Maximus 2017: Profetizando el pogo

El supergrupo de Morello y compañia debutó en el marco del Maximus 2017, desatando pura furia en los argentinos.

Fotos: Tomás Correa Arce

Después de la demoledora visita de Rage Against the Machine en 2010 a nuestro país, las expectativas por el show de Prophets of Rage en el Maximus Festival comenzaron MUY arriba. Sí, hay varios escépticos que van a entrar en comparaciones. Pero la gran mayoría de los presentes sabíamos que no íbamos a ver a la formación original, y que si bien no es lo mismo sin Zack de la Rocha, perderse a los ex-RATM por no estar con Zack, es como haber tenido la chance de ver a Page y Plant a Ferro en el 96, porque decidir no ir porque vinieron sin John Paul Jones. Cosa de boludos.

Para quienes no están al tanto, Prophets of Rage es una banda de protesta formada por miembros de Cypress Hill, Public Enemy y Rage Against the Machine. Tres bandas con mucho para decir, que juntas, son un combo letal. “Make America Rage Again” fue su lema durante ésta gira, que surgió en respuesta a toda la basura que emanó con la campaña electoral yankee del año pasado. A pesar del menasje que intentaron propagar, Donald Trump ganó las elecciones presidenciales, y la banda sigue firme, para mantener a la gente despierta. Justamente por ello, uno hubiera esperado que el show que darían los Prophets of Rage en nuestro país esté cargado de mensajes políticos y anti-sistema, pero no fue el caso.

Salvo por aquellos metaleros que decidieron irse una vez terminado el show de Slayer, todos los ojos se voltearon hacia el Rockatansky Stage, donde saldrían los profetas que tanto esperábamos. Minutos más tarde comenzó a sonar la intro en manos de DJ Lord, seguida por las sirenas de guerra características de los conciertos de Rage. Comenzó la batalla.

El escenario se encontraba totalmente a oscuras y las sirenas seguían sonando, pero aun así logramos oír las baquetas de Brad Wilk dar la señal. En una seguidilla de luces parpadeantes comenzaron a distinguirse las siluetas de los seis profetas y cuando la guitarra de Morello irrumpió, el escenario se iluminó completamente, pero ya no era tiempo de mirar. En ese momento hay que saltar o morir.

La actuación de la banda comenzó con ‘Prophets of Rage’ (el tema de Public Enemy que dio el nombre a los seis que se erguían frente a nosotros), pero reversionado por Morello y compañía.  Desde el comienzo del show, Brad Wilk y DJ Lord manvieron un perfil bajo, Commerford, Morello y B-Real saltaban junto al público cada vez que tenían ocasión, y Chuck D no dejó de revolear su micrófono como si fuera un bate de béisbol (todavía no sabemos a qué le quería dar). Finalizado el primer tema, Morello voltea su icónica guitarra, y mientras alza un puño en el aire, revela un cartel pegado con el mensaje: "Por las madres de los desaparecidos".

Los argentinos recuerdan muy bien aquel show de RATM en 2010, y venían esperando (o entrenando) siete años por la revancha. Es por eso que cuando comenzaron a sonar los redoblantes de ‘Testify’, las rondas de pogo aparecieron el campo como por arte de magia en cuestión de segundos. Una particularmente amplia y salvaje se abrió a metros del escenario, lo que dibujó una sonrisa en el rostro del bajista, e hizo apuntar con el dedo a Chuck D. Esta reacción se repetiría en los raperos varias veces durante el set, porque a pesar de que Cypress Hill visitó nuestro país anteriormente, ninguno de los dos experimentó una cosa así en sus shows (al menos no en Sudamérica).



Quienes vimos videos en vivo de esta formación, sabíamos de antemano que la interpretación de Chuck D y B-Real iba a ser algo floja en comparación a la de De la Rocha. Como si la emoción en la voz de los raperos se quedara corta con la potencia y la crudeza del contenido de las letras que están cantando. Sin embargo, unos pocos temas bastaron para que la preocupación que teníamos por esa ‘flojeza’ de los raperos quedara en el olvido, compensada por la potencia de los instrumentos de las tres bestias que los rodeaban.

La lista de temas siguió con canciones de las tres bandas, ‘Take the Power Back’, ‘Guerrilla Radio’, ‘How I Could Just Kill a Man’. Luego un medley de la mano de DJ Lord con temas de Public Enemy y Cypress Hill, dándole un respiro al público, que en vez de poguear se a bailar. Momentos más llegó el momento de ‘Bullet in your Head’, con miles de personas cabeceando y coreando el clásico riff. Llegando al final del tema, se armó una ronda en el centro del campo donde los involucrados comenzaron a agacharse y a balancearse de arriba abajo, acompañando la melodía hacia su climax. Algunos abrazándose, otros golpeando el piso como gorilas, saltando unos contra otros. Pogo en su estado más primal.

Como sorpresas, la banda presentó ‘Unfuck de World’, uno de sus nuevos temas, seguido por un cover de ‘Seven Nation Army’ de The White Stripes. Dos temas le quedarían a la noche, que terminarían de descoser hasta el metalero mas corpulento: ‘Bulls on Parade’ y ‘Killing in the Name’.

Morello aprovechó para tomar el micrófono por única vez en toda la noche, y fue para agradecer al público, y reconocerle que es el mejor para el que hayan tocado hasta la fecha.  Es curioso que una banda de protesta haya tenido tan poco mensaje político y diálogo con el público (más alla del gesto de la guitarra de Morello). Las letras en conjunto de estas tres bandas hablan por sí mismas, eso seguro, pero seguramente todos los presentes podemos coincidir en que ésta formación y éste show en particular, no generó ningún tipo de cambio revolucionario en nadie. Aun así, Chuck D no estuvo tan desacertado cuando profesó al principio del show “¡Make Argentina rage again!”. Luego de hora y media de show, los Prophets of Rage lograron 'enfurecer’ a los argentinos, pero no con sus palabras, sino con la potencia de sus instrumentos, liberando así siete años de energía contenida que veníamos guardando exclusivamente para ellos.

Crónica: Santino
Fotos: Tomás Correa Arce.

 


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