Review: Simulation Theory de Muse

Nos sumergimos track por track en el universo virtual del último trabajo discográfico de Muse para descifrar el significado oculto detrás de la metáfora de esta historia de simulaciones y videojuegos.

Muse. Imagen por NME.

El octavo álbum de los ingleses nos transporta desde el primer momento a una realidad virtual de la que seguramente no querremos escapar jamás. Con notas muy diferenciadas a Drones, su antecesor de 2015, nos sumerge de lleno en una aventura donde nos preguntaremos si realmente vivimos en una simulación, tema al cual aluden tanto el título del CD como los varios videos que la banda estrenó y que ilustran la historia que cuenta su música, donde personajes ochentosos se entremezclan con monstruos y realidades paralelas.

La apertura está a cargo de Algorithm, una canción que nos recuerda en su introducción al soundtrack de Tron a cargo del dúo de DJs franceses Daft Punk. Al igual que en la película de Disney, el protagonista de esta historia que Muse nos cuenta está atrapado en una simulación, y es con esta canción que nos dice que lo que busca es escapar de ella.

The Dark Side nos trae más sintetizadores que suenan como la música de los viejos videojuegos de Arcade para continuar con la ilusión de que nos encontramos en uno de ellos. En esta canción, el protagonista expresa el dolor que siente al estar atrapado en una simulación y cuánto anhela liberarse de la misma.

La tercera canción, Pressure, se aleja un poco de esa sensación de videojuego que tenemos durante los primeros dos temas, dejándonos con un tema que es muy fácil de identificar como uno de la banda: guitarras, coros y los infaltables agudos de Matthew Bellamy se entremezclan en una canción muy pegadiza. Esta canción está dirigida a los fans: se refiere a la presión que la banda sintió por parte de ellos para seguir tocando música acorde a su estilo previo en lugar de explorar nuevos horizontes, quizás por ello sea que suena como una canción clásica de Muse.

Video de Pressure

Propaganda es una canción eminentemente política, una temática recurrente en los últimos trabajos de la banda, que hace referencia a la manipulación y las mentiras de los gobiernos y los medios, comparándolos con los Dementores de Harry Potter. En palabras de Bellamy, lo que buscaron fue incorporar alguna referencia para los jóvenes de hoy en día, que crecieron con la historia del famoso mago; así como los miembros de la banda crecieron entre videojuegos y sci-fi, que es algo que vemos muy presente en los videos que ilustran la historia de este álbum. El ritmo va bajando, luego de la energía desplegada en Pressure, y nos vamos adentrando en la parte más suave del disco.

Llegado el turno de Break It To Me nos damos cuenta de que este track se complementa tan bien en cuanto a su sonido con Propaganda que la transición entre uno y otro es casi imperceptible: son dos partes de una misma canción. De fondo se oye algo que nos remite a una vieja obsesión de Bellamy: un silbido agudo, casi paranormal, que nos recuerda a aquellos que se podían escuchar en las viejas películas de extraterrestres. La canción en sí suena como algo producido en una nave espacial, mientras el protagonista de esta historia pide a gritos la verdad, prometiendo que puede soportarla.

El punto más tranquilo de Simulation Theory y también su mitad se encuentran en Something Human. La canción nos da una sensación de paz, con guitarras criollas y la voz aterciopelada de Bellamy añorando su hogar, lo cual tiene sentido una vez que sabemos que fue la primera canción que escribió luego del tour de Drones. La sensación de melancolía de la canción se extiende casi durante todo el tema, hasta que en la segunda mitad del track comienzan a aparecer nuevamente los sintetizadores y la sensación de videojuego, de forma más leve que en temas anteriores, guiándonos hacia Thought Contagion.

Volvemos a subir, la melodía acelera y tenemos más percusión. Más coros y más agudos: otro tema muy Muse al cual, en su calidad de tal, no le puede faltar una crítica a la sociedad de hoy en día: le llegó el turno a la masividad de todo y al hecho de que las ideas se esparcen, sean correctas o erróneas, sin ningún límite. En el video de este track, esto se ve representado por personas transformadas en una especie de mezcla entre vampiros y hombres lobo, que con su mordida contagiaban a los demás de su naturaleza monstruosa.

Get Up And Fight, en colaboración con Tove Lo, es una melodía pop que nos descoloca un poco de lo que veníamos escuchando hasta el momento. Quizás sea el track que más se aleja de la temática elegida ya que no sigue linealmente el estilo sonoro de Simulation Theory; lo opuesto ocurre con la letra. En esta canción, el protagonista entiende que para salir de la simulación deberá unirse a otros que estén en la misma situación, ya que la tarea será imposible de realizar en solitario. Después de la oscuridad de las canciones anteriores, Get Up And Fight renueva la esperanza de poder escapar de la simulación.

Ya nos acercamos al final del álbum, y con el cierre inminente de esta aventura virtual vuelven los sonidos de videojuego. Blockades mezcla sintetizadores, guitarras eléctricas y percusión para volver a meternos de lleno en la simulación de la que estuvimos escapando poco a poco con el sonido de los temas anteriores. Luego del sonido pop del track anterior nos encontramos con otra canción muy Muse, con un estribillo poderoso, durante el cual nuestro protagonista comienza a romper las paredes mentales que la simulación había creado: está escapando.

Matt Bellamy en el video de Dig Down

El décimo tema de este CD es Dig Down, donde la voz de Bellamy acompañada de sintetizadores que suenan en espiral guiándonos poco a poco al estribillo de la canción. La temática del escape sigue vigente y se hace imperiosa en una melodía lenta, relajada, pero sin la melancolía que tenía Something Human. Hacia el final regresan los coros y las guitarras, que con suavidad nos llevan hasta The Void.

El álbum concluye con una canción lenta, que suena como los títulos de la aventura que acabamos de presenciar. El mensaje es que podemos escapar de la simulación si nos proponemos, que el poder está en nosotros. Nos despedimos de Simulation Theory de la misma forma en la cual ingresamos en esta realidad virtual, con sintetizadores y sonidos de videojuego, mientras la melodía acelera y reaparece la percusión, para luego desaparecer detrás de la voz de Bellamy, que nos acompaña en nuestro viaje de salida de este mundo virtual.

Pero como si fuera poco, la versión Deluxe contiene diez temas más, que son versiones alternativas de la mayoría de los tracks del CD. En algunos casos, como es el de Algorithm, son incluso mejores que la versión standard contenida en el álbum; y además tienen varias joyitas, como la participación de la banda de la Universidad de California en Los Ángeles en una versión alternativa de Pressure que además cuenta con el sonido de los hinchas ingleses festejando un penal contra Colombia en el último mundial.

De izquierda a derecha, Bellamy, Howard y Wolstenholme

En conclusión
, Simulation Theory es un álbum para escucharse tal como se nos presenta, de corrido, para poder ingresar de lleno en este mundo virtual y seguir el hilo conductor de la historia que cuenta.

Como tal, tiene tres momentos diferenciados: el inicio, que es la primera parte del álbum, donde nos metemos dentro de la simulación con Algorithm y The Dark Side. Es aquí donde entendemos que nos encontramos en una realidad virtual totalmente diferente a aquella donde creíamos que estábamos: es un despertar. El segundo momento es la experiencia dentro de la simulación, de Pressure a Blockades, donde empezamos a entender la metáfora detrás de todo esto y a abrir los ojos ante aquello que se nos presenta como una realidad inalterable, entendiendo que el poder de cambiarla y así escapar de la simulación está en nuestras manos; y el tercero son los últimos tracks, el escape, sonorizado por Dig Down y The Void, donde a esta altura ya entendimos qué es lo que pasa a nuestro alrededor y ya tenemos las herramientas para modificarlo, solo nos queda poner manos a la obra.

La simulación en sí es una metáfora del mundo de hoy en día: los medios, los políticos, la influencia de otros en nuestras ideas. Por ello, el mensaje de este álbum, detrás de esa máscara de videojuego ochentoso, es que debemos liberarnos y escapar de todo aquello que nos nubla en juicio, de los monstruos de Thought Contagion y de las mentiras de Propaganda.

Por Lara Gschwind.


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