Reseña: Call The Comet - Johnny Marr
Hacemos un recorrido por el nuevo disco del ex-guitarrista de The Smiths.
En 1987 el mundo fue tomado por sorpresa: el grupo de Manchester, The Smiths, dejaba de existir tras 4 discos (y muchísimos singles) sumamente exitosos.
Si compraste el disco The Queen Is Dead y te pusiste curiosear por los créditos en el insert, habrás notado que aclaran:
All Words: (todas las palabras): Morrissey
All Music: (toda la música) Johnny Marr
Y así fue el como el encargado de componer la tan característica música de la banda fue siempre Johnny, mientras que de la oscura poesía se encargaba Moz. Una vez terminada la banda, cada uno siguió su camino, sin volver a participar juntos en más de 30 años.
El líder carismático y voz de la banda, Morrissey, lanzó su debut Viva Hate en marzo del año siguiente, pero el caso de Johnny Marr fue distinto.
Johnny pasó sus primeros años colaborando con otros intérpretes. Primero apareciendo de invitado en el último álbum de Talking Heads (Naked), en conciertos de Siouxsie and the Banshees, y canciones de The Pretenders y The The, icónicos grupos del Post Punk.
Pero decidiría encarar un proyecto propio en 1989, formando con Bernard Summer (Joy Division y New Order), Electronic. Mezclando el rock, sintetizadores y música bailable, este grupo lanzó 3 discos entre 1991 y 1999.
Las colaboraciones continuaron a lo largo de los años, pero en 2003 llego Boomslang el primer y único disco de Johnny Marr + The Healers. Un álbum irregular, con algunos tracks destacables. Diez años después, llegó el primer disco bajo el nombre de Johnny Marr, The Messenger.
Este disco de 2013 fue un trabajo más llamativo que los anteriores, pero que no terminó de despegar. A pesar de generar una atmósfera maravillosa en tracks como New Town Velocity, le faltó impacto. Pero durante esta década, Johnny decidió establecerse como una figura en su carrera solista. En 2014 con otro disco, Playland, optó por un sonido más indie rock, pero que también fue irregular.
Ahora en 2018, siento que Johnny encontró el camino.
Call The Comet tiene un concepto interesante, trata sobre utopías y distopías, una visión positiva en tiempos difíciles, una sonrisa apuntando hacia el horizonte.
El disco abre sus puertas con la fuerza de Rise, una canción con vibraciones positivas y un sonido impecable. Le sigue The Tracers, y empezamos a tener noción del sonido que vamos a tener en el disco: sintetizadores por momentos, pero mucho rock. Buenas melodías y puentes son moneda corriente en este álbum, Hey Angel es muestra de eso.
Por suerte también tenemos canciones relajadas, estilo en el que Johnny se desempeña muy bien, por ejemplo, Hi Hello (una melodía que probablemente quedes tarareando por un rato, que recuerda a Dancing Barefoot de Patti Smith (que a su vez fue inspirada en la melodía de There Is a Light That Never Goes Out, clásico de The Smiths)) y Day In Day Out (la cual eventualmente tiene un corte, entrando una guitarra bastante salvaje y encarando un solo, hasta luego volver a la canción. Podría ser una canción de The Smiths en el siglo XXI).
El Lado B del disco comienza con Walk Into The Sea, una canción ajena al resto, pero que mantiene la vara alta en el disco. Luego de casi dos minutos de introducción instrumental llegan las voces, pero no es hasta que arranca la guitarra donde la canción realmente tiene un impacto. A partir de ahí, las melodías están más allá de los adjetivos.
El disco prosigue con Bug, riffs rockeros, alternando con estribillos llenos de ritmo y melodías. Spiral Cities es otra canción muy linda, como la llamativa Actor Attractor.
Afortunadamente, el álbum concluye muy bien, como tiene que ser en los discos buenos. A Different Gun, último track, es una de las mejores canciones de Call The Comet, y le da un final perfecto, al que considero como el mejor trabajo de Johnny Marr desde su partida de The Smiths.
Personalmente, ansío un nuevo lanzamiento de Johnny Marr, este álbum superó ampliamente mis expectativas, fácilmente un 8 sobre 10. Veremos como continuará su carrera el querido Johnny, pero Call The Comet es una grata sorpresa del 2018.
Por Agustín Riestra