¿Por qué hay que ver a King Crimson en Argentina?

Partiendo de la base que a usted que hizo click en esta nota y ya está encarando su lectura, le gusta el rock progresivo y toda la gama de colores que pueda haber en la paleta del género, King Crimson es tan necesario como lo fue en su momento el show de David Gilmour en el Hipódromo de San Isidro o los 9 “The Wall” de Roger Waters en 2012.

Ahora, ¿por qué?. No es un capricho mío, en absoluto. Pero los 50 años de historia que tiene el combo dirigido por Robert Fripp son suficientes para encarar cualquier charla. Podemos destacar el dinamismo y la variedad entre cada uno de sus discos, la clara enfermedad y obsesión en materia sonora, o como la entrada y salida de músicos de sus filas no hace más que agrandar estos aspectos que puedo destacar.

Es acá donde quiero hacer hincapié primero. King Crimson es ahora un octeto compuesto por tres bateristas, dos guitarristas, un bajista, un tecladista y un saxofonista, siendo esta formación la más grande de su historia. Pero como creo que esta descripción es un poco simplona, aquí hay un perfil de cada uno de los músicos que integran uno de los grupos más innovadores, bellos, extravagantes y diferentes de la música contemporánea.

ROBERT FRIPP: El director de la orquesta, jefe y visionario del Rey Carmesí desde su génesis. Si conoces Crimson, lo conoces a Fripp y si lo conoces a el, sabes que mientras el Rey dormía se mezcló con absolutamente todos. David Bowie, Brian Eno, Andy Summers, Peter Gabriel, Talking Heads, Blondie y hasta con María Gabriela Epumer. Por si no es suficiente, ¿dije que es uno de los guitarristas más enfermos y complejos que existe? Su sonido, desde su técnica a su audio en particular y hasta su enfoque armónico, fue revolucionando la guitarra, y la música en sí, desde el 69. Toda la búsqueda que hizo y continúa haciendo, lo convierte en uno de esos tipos que hay que estudiar para entender el instrumento y los sonidos de tantos que vinieron después. Ejemplo? Tool.

TONY LEVIN: Antes de unirse a King Crimson en lo que fue su etapa más melódica y exitosa, con Adrian Belew en voces y guitarra, este señor de bigote prominente y pelada excelsa grabó los bajos para un tal John Lennon que estaba grabando un disco llamado “Double Fantasy”. Si no lo conoces a Lennon, también aparece a cargo de las cuatro cuerdas desde “Peter Gabriel”, el primer disco solista del ex-Génesis lanzado en 1977. Curiosamente, Robert Fripp también fue convocado para tocar en el disco. El maestro del chapman stick es uno de esos distintos que aparecen cada tanto en la historia y dejan su marca de manera elegante y con bajo perfil. Anoten: Liquid Tension Experiment, Alice Cooper, Pink Floyd, pero recomiendo enfáticamente darle play a “Stick Man” del año 2007.

JAKKO JAKSZYK: ¿Quién es este señor que tiene nombre de polaco? Michael “Jakko” Jakszyk es un músico y productor inglés de la hostia que viene trabajando desde finales de los 70.
Su historia se empieza a cruzar con Crimson en 2002, cuando fue reclutado para 21st Century Schizoid Band, un combinado de ex músicos del Rey Carmesí que basaban sus sets en las perlas de los 60 y 70. Más tarde en el tiempo y luego de sendas colaboraciones con Gavin Harrison, actual batero, y el mismísimo Fripp, que lo invitaría a remezclar el disco “Thrak” de 1995, en el año 2010 Jakko y Fripp empezaron a trabajar en piezas de música ambient que terminarían reuniendo en un mismo lugar a Mel Collins, Tony Levin y Gavin Harrison. El recomendadísimo “A Scarcity of Miracles” se editó en 2011 mientras King Crimson estaba en una “pausa”. Ya después de esto, la suerte hizo lo suyo y Jakko se convirtió en el encargado de las voces del Rey.

MEL COLLINS: Muchos pueden creer que no conocen a Mel Collins, pero basta con mirar el librito de “In The Wake Of Poseidon”, “Lizard”, “Islands”, “Earthbound” o “Red”, (también pueden googlear si no tienen los discos) para darse cuenta que lo escuchaste hace mucho. El saxofonista y flautista fue fundamental en el sonido de Crimson entre el 70 y el 72, y cuando la banda entró en hiato metió magias en The Alan Parsons Project, Camel y Dire Straits, entre otros. 

BILL RIEFLIN: Primero baterista en la vuelta de Crimson al vivo en 2013, y devenido en el primer tecladista en la historia del grupo, Rieflin es un multiinstrumentista del carajo que tocó en Ministry y KMFDM, colaboró con Michel Gira y Swans desde 1995 y luego de la retirada de Bill Berry en 1997, se sentó en los parches de unos tales R.E.M. Cortito y al pie.

Y AHORA SOLAMENTE QUEDAN LOS BATERISTAS.

GAVIN HARRISON: A esta bestia muchos lo conocen tras haber sido reclutado por Steven Wilson para Porcupine Tree en 2002 y quedarse en esa banqueta hasta el hiato que el propio Wilson le puso al grupo para desarrollar su carrera solista. Desde 2008 es uno de los bateros estables de Crimson y si quieren conocerlo y ver porque conviene mucho estar de su lado para verlo perfecto, se recomienda chequear los registros de que hay en el canal de Youtube King Crimson, o bien alguno de los vivos de Porcupine Tree del 2007.

PAT MASTELOTTO: Una leyenda. Mastelotto fue de la partida en el debut argentino del Rey en 1994. Por aquel entonces, la vuelta al vivo del grupo tenía el famoso doble trío integrado por Fripp, Levin, Adrian Belew, Trey Gunn, Bill Bruford y el mismo Pat. Un animal del groove. Chequeen en YouTube los videos de “Red”, “Heartbeat” o “Discipline”, registrados entre el 6 y 16 de Octubre de 1994 en el Teatro Broadway de Buenos Aires, en lo que fueran los primeros shows de King Crimson en 10 años.

JEREMY STACEY: Stacey es el tercer batero y quién reemplazó a Rieflin en 2016 luego de que decidiera salir del grupo por tiempo indeterminado. También tecladista, varias personitas que siguen esta página disfrutaron de sus golpes cuando fuera parte de la Noel Gallagher’s High Flying Band. Muchos otros también pueden conocerlo por Steven Wilson, ya que grabó en “To The Bone”.

Por si hace falta aclararlo, King Crimson está celebrando sus 50 años con un tour y un set que varía noche tras noche, bien dinámico y sorpresivo como ha sido cada uno de sus discos. De “In The Court Of The Crimson King” hasta “The Power To Believe”.

Y hay un detalle más para nada menor. Este grupo de personas tiene entre 55 y 72 años, por lo que es muy probable que no haya otra chance de toparse con sus magias por mucho tiempo más. Si tienen la chance de ir y están dudando, todavía están a tiempo.