PLAGA DE CUCARACHAS EN FLORES

Papa Roach hizo delirar a más de 1500 fanáticos en su primera visita al país

12 del mediodía del domingo 11 de diciembre. Calor. Mucho calor. Sin embargo, en las puertas del Teatro Flores ya hacían cola varios fanáticos con la remera de Papa Roach. Faltaban 9 horas para que arranque el primer show en Argentina de la banda de Coby Dick.

... O Jacoby Shaddix. Depende cuál sea el enfoque, ya sea de los fans, de él mismo, de la banda que lo rodea o de los medios. No hay que preguntar mucho para darse cuenta que la mayoría de los presentes en el Teatro Flores prefieren al Coby de la época de Infest. Casi todas las remeras que se observan, muestran a la cucaracha del primer álbum de la banda y no es para menos ya que su época de mayor popularidad en Argentina (y en casi todo el mundo) fue con ese disco.

Mientras tanto, a la misma hora, en el Hotel Madero (Puerto Madero), mientras la banda terminaba de almorzar y se disponían a dormir una siesta, Tony Palermo subía a Twitter una explicación bastante particular de por qué no podrían descansar esa tarde.


En el mismo hotel donde estaba alojada la banda, se encontraba el plantel de Boca, que concentraba allí antes de salir para la cancha de River. Sí, el día que tocó Papa Roach en Flores, jugaron River y Boca. Los hinchas xeneizes fueron a la puerta del hotel con bombos y platillos para alentar a su equipo armando un lindo quilombo para los que querían tirarse a dormir una siesta. Tony Palermo interpretó el evento como una especie de "superbowl argentino" y en el video filma a la hinchada de Boca y a un Jacoby en calzoncillos bailando en el balcón al ritmo de la hinchada. Bizarrísimo. Dónde quedaron aquellas icónicas Adidas Blancas y la vestimenta negra? Cómo llegó Papa Roach a bailar en bolas con la hinchada de Boca?

Recordemos que Papa Roach se sumó al éxito (y hablamos de muchos millones de todo) que tuvo el Nu Metal en los 2000, con un disco (Infest) que se puso a la altura de las bandas de ese momento. Los pelos parados, las camisas y los pantalones enormes, cadenas, y vestimenta negra. Esa es la imagen que la gente sigue teniendo de Papa Roach hoy en día.

Esa imagen, hoy, es sólo un recuerdo. Coby Dick pasó de ser el loquito gritón que se la daba fuerte en la frente con el micrófono (se pueden ver las cicatrices todavía) al tipo rehabilitado, estillizado y relajado que se volcó al Cristianismo. No es para menos...

No es un detalle menor si tenemos en cuenta que los shows de Papa Roach fueron transformándose a través del tiempo. El viejo dicho de que "a veces para divertirte, no tenés que romper (y romperte) todo", a Coby le vino bárbaro. Una prueba clara de ello, fue el inicio del show.

El Teatro estaba impaciente. Ya no faltaba nadie, salvo algunos curiosos sin entrada que pispeaban desde afuera evaluando la mejor oportunidad para entrar al lugar.

A las 21:15, se apagaron las luces y el lugar se vino abajo. Eso sí, olvídense de los bajos afinados en RE, los 2000 y el NU Metal. Papa Roach 2016 estaba en el escenario con una puesta impecable, mezclando trip hop con sonidos electrónicos y esa guitarra penetrante de Jerry Horton, el otro miembro fundador que todavía está en la banda.  Junto a Tobin Esperance y Tony Palermo, la propuesta estaba servida. Face Everything And Face y Crooked Teeth abren un show que muestra precisamente lo que veníamos diciendo: F.E.A.R. (2015), su último disco. El disco que volvió a colocar a Papa Roach en boca de todos. Acá hay una banda que no tiene nada que envidiarle a sus primeros años, que grita a los cuatro vientos su renovada vocación por la música y analiza curiosa a un público nuevo pero no desconocido.

Solo bastó con que Jerry Horton arranque los primeros acordes de Between Angels And Insects para que hasta la gente de la barra se vuelva loca. Una manera de decirle al público que los esperó tanto, al público al que le deben tanto, que también había lugar para lo clásico.

Es que lo clásico, como siempre por estas tierras, fue lo más solicitado. Un público hambriento de clásicos pero que no le hace asco a lo nuevo. Un público que le reclamó a la banda unas exigidas disculpas por haber cancelado una semana antes el show que iban a dar en el Luna Park en 2013, por motivos que al día de hoy, todavía son inexplicables.

Inexplicable también es la razón por la cual una banda del nivel de Papa Roach, que insistimos, no tienen la popularidad del año 2000, no haya tocado en un lugar más amplio.

No se explica cómo luego de tocar en Colombia y Bolivia para decenas de miles de personas, en Argentina, plaza clave y protagonista del continente, lo hagan ante solamente 1500 en un Teatro. Sobrarán las explicaciones y justificaciones, pero Papa Roach tranquilamente podría haber tocado en Malvinas o inclusive, en el Luna Park (supimos luego, según gente de la producción del show, que el Luna Park no estaba disponible). Si bien no opacó la noche, podría haber entrado mucha más gente al show a un precio, quizá, más accesible.

Durante una hora y veinte minutos los asistentes pudieron disfrutar temas como “Warriors”, “Kick in The Teeht”, “Forever”, “Broken as Me” y “Getting Away With Murder”.

Nosotros queremos destacar dos puntos sobresalientes del show. La gente esperaba dos temas en particular. Por un lado, la evidencia fáctica de que Jacoby Shaddix puede, además de dominar a las masas con una sola mano, cantar una versión acústica de uno de los temas más hiteros de la banda (y con varios versos en español) con una calidad impecable.

De la misma manera, el punto más alto de la noche (acompañado del "Olé Olé Olá, Cada día te quiero más" cantado por todo Flores junto a la batería de Tony Palermo y la banda mirando anonadada), Last Resort.

Durante 5 minutos, en Flores hubo un viaje en el tiempo hacia el año 2000. Hasta los bondis que pasaban por Av. Rivadavia deben haber cantado la famosísima primera estrofa de Last Resort, que se coronó con todo el estadio cantando a capella y la batería la última parte del tema.

Sin lugar a dudas, Papa Roach debutó en el país de una forma inmejorable, con un público que estuvo al palo la hora y media que duró el show y Coby avisando una pronta vuelta a nuestras tierras, concluyendo que "ustedes han sido el mejor público de la gira hasta ahora, realmente lo digo".

No hubo repelente que alcance. Las cucarachas están más vivas que nunca y ayer plagaron Flores como nunca.









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