Los Rolling Stones le devolvieron 'Bitter Sweet Symphony' a The Verve
Luego de dos décadas de disputas legales, Mick Jagger y Keith Richards le cedieron a Richard Ashcroft los derechos de su canción más conocida.
Los Rolling Stones llegaron a un acuerdo con Richard Ashcroft, ex cantante del grupo británico The Verve, para devolverle la autoría completa de su canción más popular: "Bitter Sweet Symphony". Luego de 22 años de idas y vueltas legales, las regalías del tema volverán a las manos de su compositor original gracias a un gesto de Mick Jagger, Keith Richards y demás personas involucradas. El single lanzado en el año 1997 (e incluido en el álbum "Urban Hymns") fue el detonante de una de las historias más emocionantes en torno a disputas por derechos de autor en la música popular.
Todo comenzó en los noventa con el proceso creativo del tema; cuando mediante un acuerdo los jóvenes de Wigan solicitaron un permiso para utilizar cinco notas de una composición hecha por las majestades satánicas en 1965, titulada "The Last Time". La pieza orquestal de mediados de siglo XX contaba con la participación de Andrew Loog Oldham, productor de los Stones en ese momento, quien luego vendió los derechos de todas las canciones previas al manager Allen Klein.
Si bien The Verve fue autorizado por Decca Records para utilizar determinado número de figuras musicales similares; la implementación de otros arreglos no contemplados en el trato según la otra parte desató un conflicto legal que terminó con Mick Jagger y Keith Richards como co-autores de la pieza, privando a Ashcroft de todas las ganancias generadas con la misma.
Para ese entonces, "Bitter Sweet Symphony" se había convertido en una de los himnos más significativos de los últimos rezagos del brit-pop relativo a finales de los noventa y, sin lugar a dudas, fue el trampolín que puso en el ojo público de la música al actualmente inactivo grupo inglés. Uno de los agravantes de la disputa sucedió en el año 1998, cuando la marca de indumentaria Nike pudo utilizar la canción en una publicidad televisiva a pesar de que Ashcroft se negara. Los empresarios de la empresa negociaron con Allen Klein y llevaron a cabo el spot, dejando un gran rédito económico para el representante y sus clientes.
Richard Ashcroft publicó en sus redes sociales un comunicado expresándose acerca de la nueva resolución: "Es un gran placer anunciar que este último mes Keith Richards y Mick Jagger aceptaron darme sus partes de la canción 'Bitter Sweet Symphony'. Este remarcable suceso fue posible gracias a un gesto amable y magnánimo de Mick y Keith, quienes también acordaron excluir sus nombres de los créditos de composición y todas las regalías derivadas del tema serán traspasadas a mí. Me gustaría agradecer a los principales responsables de esto, mis managers Steve Kutner y John Kennedy, el manager de los Stones, Joyce Smyth y Jody Klein (por atender el teléfono), por último un enorme agradecimiento de corazón y respetos para Mick y Keith.
La música es poder".
Leé los detalles sobre la salud de Mick Jagger y la próxima gira de los Stones
Por Juan Cruz Mariani.
Todo comenzó en los noventa con el proceso creativo del tema; cuando mediante un acuerdo los jóvenes de Wigan solicitaron un permiso para utilizar cinco notas de una composición hecha por las majestades satánicas en 1965, titulada "The Last Time". La pieza orquestal de mediados de siglo XX contaba con la participación de Andrew Loog Oldham, productor de los Stones en ese momento, quien luego vendió los derechos de todas las canciones previas al manager Allen Klein.
Si bien The Verve fue autorizado por Decca Records para utilizar determinado número de figuras musicales similares; la implementación de otros arreglos no contemplados en el trato según la otra parte desató un conflicto legal que terminó con Mick Jagger y Keith Richards como co-autores de la pieza, privando a Ashcroft de todas las ganancias generadas con la misma.
Para ese entonces, "Bitter Sweet Symphony" se había convertido en una de los himnos más significativos de los últimos rezagos del brit-pop relativo a finales de los noventa y, sin lugar a dudas, fue el trampolín que puso en el ojo público de la música al actualmente inactivo grupo inglés. Uno de los agravantes de la disputa sucedió en el año 1998, cuando la marca de indumentaria Nike pudo utilizar la canción en una publicidad televisiva a pesar de que Ashcroft se negara. Los empresarios de la empresa negociaron con Allen Klein y llevaron a cabo el spot, dejando un gran rédito económico para el representante y sus clientes.
Richard Ashcroft publicó en sus redes sociales un comunicado expresándose acerca de la nueva resolución: "Es un gran placer anunciar que este último mes Keith Richards y Mick Jagger aceptaron darme sus partes de la canción 'Bitter Sweet Symphony'. Este remarcable suceso fue posible gracias a un gesto amable y magnánimo de Mick y Keith, quienes también acordaron excluir sus nombres de los créditos de composición y todas las regalías derivadas del tema serán traspasadas a mí. Me gustaría agradecer a los principales responsables de esto, mis managers Steve Kutner y John Kennedy, el manager de los Stones, Joyce Smyth y Jody Klein (por atender el teléfono), por último un enorme agradecimiento de corazón y respetos para Mick y Keith.
La música es poder".
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