FOALS EN EL LOLLAPALOOZA: No nos podremos salvar de lo inevitable
En el día 2 del festival más grande del país, la banda de indie rock se presentó nuevamente en Buenos Aires
A las 17:15 del sábado 30 de marzo comenzaba el lento éxodo del Main Stage 2 y el Alternative stage hacia el escenario principal del Lollapalooza para conseguir una buena ubicación en lo que sería el primer plato fuerte de la segunda jornada del festival: la cuarta presentación de Foals en nuestro país.
El sonido jugó su parte y, como ocurrió a lo largo de los tres días, causó inconvenientes haciendo que la banda de Oxford se demorara nueve minutos en salir a escena y tuvieran que sacar tres canciones de su lista.
Mientras la introducción de sintetizadores desaparecía en un fade out, el sexteto se empezó a mostrar en el escenario, camisa floreada y cerveza en mano, preparados para presentar su último disco Everything Not Saved Will Be Lost Part 1 lanzado el 8 de marzo de este año, el cual se sigue alejando del math rock y el dance punk habitado en sus primeras placas para tener una producción y un sonido más indie y con guiños al pop.
"On the Luna" fue el tema que rompió el hielo en la tarde de San Isidro, desatando un pogo que acompañó los tres minutos de la enérgica canción. La primera muestra de solidez y precisión del sonido de la banda a pesar de la reciente incorporación de Jeremy Pritchard, su nuevo bajista quien no tuvo participación en la grabación del álbum.
"¿Qué onda, wachos?" fue la presentación de Yannis Philippakis antes de soltar uno de los temas más esperados de la noche, "Mountain at my Gates", el ya clásico de su anteúltimo disco What Went Down que serviría como confirmación de que las rondas y los saltos iban a vencer al cansancio y al calor en cada canción que lo ameritara. Los ingleses siguieron mostrando su amplio catálogo pasando de "In degrees" (de su útimo disco) a "Olympic Airways" (del primero).
Llegaría el momento del baile desenfrenado y la story para Instagram: "My number", su máximo hit que cuenta con más de 145 millones de escuchas en Spotify. Teniendo en cuenta el poco tiempo disponible para pasar a la segunda mitad del setlist, las canciones estaban cada vez más pegadas y los pocos espacios en silencio eran aprovechados para afinar.
A continuación vino el momento de introspección con "Spanish Sahara", pudiendo replicar fielmente la curva de intensidad que posee la grabación de estudio en sus casi 7 minutos de duración.
Faltando poco para culminar la presentación, Yannis tocó los dos primeros acordes de su TB1000S y el delay generó el comienzo de "Inhaler" el track rockero que abre su tercer disco Holy Fire. Ni las palmas más apuradas del público hicieron confundirlo en los intrincados solos al líder, que en el breakdown se dio el gusto de bajar del escenario y pasearse por la valla, saludando a varios de sus fans. Luego volvió a subir las escaleras para cerrar el tema y aprobar al público por cantar todo el tema incluyendo el riff "Yeah, you know it"
El cierre del show estuvo a cargo de "Two Steps, Twice", track de su primer disco Antidotes donde se pudo apreciar la perfecta polaridad entre los manejos de climas y métricas versus el frenesí desbocado que caracterizó a la banda en su debut.
Con el Sol escondiéndose, Foals nos dejó con ganas de mucho más después de tres años sin tenerlos en Argentina. La falta del sideshow -que sí tuvo Lollapalooza Chile- y la expectativa por su Everything Not Saved Will Be Lost Part 2 con salida en la primavera de nuestro hemisferio dejan las puertas abiertas para que el año que viene vuelvan con su propio show.
Esperemos que se hayan guardado algo más, porque no lo queremos perder...
Por Manuel Latorre
El sonido jugó su parte y, como ocurrió a lo largo de los tres días, causó inconvenientes haciendo que la banda de Oxford se demorara nueve minutos en salir a escena y tuvieran que sacar tres canciones de su lista.
Mientras la introducción de sintetizadores desaparecía en un fade out, el sexteto se empezó a mostrar en el escenario, camisa floreada y cerveza en mano, preparados para presentar su último disco Everything Not Saved Will Be Lost Part 1 lanzado el 8 de marzo de este año, el cual se sigue alejando del math rock y el dance punk habitado en sus primeras placas para tener una producción y un sonido más indie y con guiños al pop.
"On the Luna" fue el tema que rompió el hielo en la tarde de San Isidro, desatando un pogo que acompañó los tres minutos de la enérgica canción. La primera muestra de solidez y precisión del sonido de la banda a pesar de la reciente incorporación de Jeremy Pritchard, su nuevo bajista quien no tuvo participación en la grabación del álbum.
"¿Qué onda, wachos?" fue la presentación de Yannis Philippakis antes de soltar uno de los temas más esperados de la noche, "Mountain at my Gates", el ya clásico de su anteúltimo disco What Went Down que serviría como confirmación de que las rondas y los saltos iban a vencer al cansancio y al calor en cada canción que lo ameritara. Los ingleses siguieron mostrando su amplio catálogo pasando de "In degrees" (de su útimo disco) a "Olympic Airways" (del primero).
Llegaría el momento del baile desenfrenado y la story para Instagram: "My number", su máximo hit que cuenta con más de 145 millones de escuchas en Spotify. Teniendo en cuenta el poco tiempo disponible para pasar a la segunda mitad del setlist, las canciones estaban cada vez más pegadas y los pocos espacios en silencio eran aprovechados para afinar.
A continuación vino el momento de introspección con "Spanish Sahara", pudiendo replicar fielmente la curva de intensidad que posee la grabación de estudio en sus casi 7 minutos de duración.
Faltando poco para culminar la presentación, Yannis tocó los dos primeros acordes de su TB1000S y el delay generó el comienzo de "Inhaler" el track rockero que abre su tercer disco Holy Fire. Ni las palmas más apuradas del público hicieron confundirlo en los intrincados solos al líder, que en el breakdown se dio el gusto de bajar del escenario y pasearse por la valla, saludando a varios de sus fans. Luego volvió a subir las escaleras para cerrar el tema y aprobar al público por cantar todo el tema incluyendo el riff "Yeah, you know it"
El cierre del show estuvo a cargo de "Two Steps, Twice", track de su primer disco Antidotes donde se pudo apreciar la perfecta polaridad entre los manejos de climas y métricas versus el frenesí desbocado que caracterizó a la banda en su debut.
Con el Sol escondiéndose, Foals nos dejó con ganas de mucho más después de tres años sin tenerlos en Argentina. La falta del sideshow -que sí tuvo Lollapalooza Chile- y la expectativa por su Everything Not Saved Will Be Lost Part 2 con salida en la primavera de nuestro hemisferio dejan las puertas abiertas para que el año que viene vuelvan con su propio show.
Esperemos que se hayan guardado algo más, porque no lo queremos perder...
Por Manuel Latorre