El día que Charly se tiró del Aconcagua: 20 años del salto a la pileta desde el noveno piso
El viernes 3 de marzo del 2000, el músico protagonizó uno de los momentos más recordados de su carrera.
“Esta fue la primera cosa deportiva que realmente disfruté en mi vida. Lo hice muchas veces. Me gusta tirarme. Siento vacío y después el agua mojada”. Estas fueron las primeras palabras de Charly García luego de aterrizar en la pileta del Hotel Aconcagua desde un noveno piso. Poco sabía en ese entonces, quizás, que ese salto inmortal sería noticia a nivel nacional y se transformaría en uno de los momentos más memorables de su carrera.
Corría el año 2000 y el músico transitaba la etapa más oscura de la era “Say No More”, con excesos que lo dejaban internado en más de una oportunidad y lo hacían protagonizar escándalos de todo tipo: en sus recitales interpretaba sólo dos o tres temas, nunca comenzaba a horario, rompía sus instrumentos en el escenario y se peleaba frecuentemente con la prensa y los fans más insistentes.
Sin embargo, su paso por Mendoza en marzo de ese año había comenzado de forma tranquila. Había ido a participar de un show gratuito junto a Nito Mestre y Mercedes Sosa en el estadio Malvinas Argentinas, en el marco del ciclo “Argentina en vivo”, organizado por la Secretaría de Cultura del gobierno de Fernando De la Rúa. El show se desarrolló sin inconvenientes y los incidentes que había tenido en viajes anteriores a esa provincia parecían quedar atrás.
Los problemas llegaron después, en un pub. "Una mujer se acercó a Charly para pedirle una foto. Yo le conté que estaba comiendo y que después iba a acceder sin ningún problema. Horas después, ya de madrugada, apareció y le partió un vaso en la cabeza”, contó Fernando Szereszevsky, su mano derecha por aquellos días, en una entrevista con el programa "Perros de la calle" de Radio Metro. Luego de un revuelo con sillazos de por medio, el músico volvió al hotel en un estado de furia y con el rostro lleno de sangre.
Esa noche dormir fue imposible. En las primeras horas de la mañana llegó la policía para llevarlo a declarar, ya que la mujer había hecho una denuncia. La charla entre el músico y los agentes duró varias horas e, incluso, intervino el Jefe de la Policía de Mendoza. García finalmente aceptó y se presentó ante la Justicia para completar una serie de papeles, mientras lo paseaban de oficina en oficina. Según Szereszevsky, “Terminó delante de un oficial grandote, que lo miró mal. Le gritó que era un pobre policía de Mendoza y le dijo ‘Mirame las manos, yo soy Charly García’. Durante el viaje de regreso al hotel, repitió la misma frase: ‘Yo no soy igual que vos, soy Charly’.
Corría el año 2000 y el músico transitaba la etapa más oscura de la era “Say No More”, con excesos que lo dejaban internado en más de una oportunidad y lo hacían protagonizar escándalos de todo tipo: en sus recitales interpretaba sólo dos o tres temas, nunca comenzaba a horario, rompía sus instrumentos en el escenario y se peleaba frecuentemente con la prensa y los fans más insistentes.
Sin embargo, su paso por Mendoza en marzo de ese año había comenzado de forma tranquila. Había ido a participar de un show gratuito junto a Nito Mestre y Mercedes Sosa en el estadio Malvinas Argentinas, en el marco del ciclo “Argentina en vivo”, organizado por la Secretaría de Cultura del gobierno de Fernando De la Rúa. El show se desarrolló sin inconvenientes y los incidentes que había tenido en viajes anteriores a esa provincia parecían quedar atrás.
Los problemas llegaron después, en un pub. "Una mujer se acercó a Charly para pedirle una foto. Yo le conté que estaba comiendo y que después iba a acceder sin ningún problema. Horas después, ya de madrugada, apareció y le partió un vaso en la cabeza”, contó Fernando Szereszevsky, su mano derecha por aquellos días, en una entrevista con el programa "Perros de la calle" de Radio Metro. Luego de un revuelo con sillazos de por medio, el músico volvió al hotel en un estado de furia y con el rostro lleno de sangre.
Esa noche dormir fue imposible. En las primeras horas de la mañana llegó la policía para llevarlo a declarar, ya que la mujer había hecho una denuncia. La charla entre el músico y los agentes duró varias horas e, incluso, intervino el Jefe de la Policía de Mendoza. García finalmente aceptó y se presentó ante la Justicia para completar una serie de papeles, mientras lo paseaban de oficina en oficina. Según Szereszevsky, “Terminó delante de un oficial grandote, que lo miró mal. Le gritó que era un pobre policía de Mendoza y le dijo ‘Mirame las manos, yo soy Charly García’. Durante el viaje de regreso al hotel, repitió la misma frase: ‘Yo no soy igual que vos, soy Charly’.
Y para demostrar que eso que decía era cierto, decidió tirarse por el balcón de su habitación, ubicada en el noveno piso, a la pileta del Hotel Aconcagua. Primero lanzó dos muñecos, de los cuales uno quedó destruido y el otro aterrizó en el agua. Un salvavidas le advirtió que no se tirara y que recién la estaban llenando, pero no le hizo caso y se arrojó al vacío.
El ministro de Trabajo de aquel entonces, Alberto Flamarique, había citado a una conferencia de prensa en el segundo piso del mismo hotel. Es por eso que el lugar estaba lleno de periodistas que, apenas se enteraron de que Charly se había tirado, salieron corriendo hacia la pileta. El registro del salto existe gracias a Daniel Raquela, un camarógrafo de Canal 7 que llegaba tarde y logró captar desde afuera el cuerpo del músico en el aire.
En el capítulo de BIOS, el programa especial de National Geographic que repasa su vida, García contó un poco más sobre aquel particular episodio. “De joven me tiraba de los molinos de viento a la pileta. En ese momento dudé. Me dije: ‘¿La embocaré?’ Yo practicaba... ¿Vos te creés que estoy loco? No, no estoy loco. Tenía un solo salto para hacer”, le dijo a la cantante Julieta Venegas, quién lo entrevistó en esa ocasión. Y agregó: “¿Sabés por qué me tiré? Porque me perseguía la policía. Había un policía abajo y no venía a decirme ‘no te tires’. Cuando al final subió, me dice: ‘Yo soy la policía’. Y le digo: ‘¿Y quién te manda a no estudiar?’. Me reí mucho”.
“Me tiré por vos. Me tiré por vos. Me tiré por vos. Estaba muy aburrido, en la Mendoza fatal. Dije: ¿qué me falta ahora? Solo aprender a volar”. Tiempo después, Charly inmortalizó aquel salto en las canciones Me tiré por vos y Noveno B, que salieron en el disco Sinfonías para adolescentes, con el que Sui Géneris regresó a los escenarios. Un salto que, sin duda, quedará para siempre en la historia del rock argentino.
“Me tiré por vos. Me tiré por vos. Me tiré por vos. Estaba muy aburrido, en la Mendoza fatal. Dije: ¿qué me falta ahora? Solo aprender a volar”. Tiempo después, Charly inmortalizó aquel salto en las canciones Me tiré por vos y Noveno B, que salieron en el disco Sinfonías para adolescentes, con el que Sui Géneris regresó a los escenarios. Un salto que, sin duda, quedará para siempre en la historia del rock argentino.