EDITORIAL POGOPEDIA: El rock está perdiendo por goleada
Los momentos de dolor son momentos de reflexión, y noticias trágicas como la de esta semana, nos ponen a pensar.
Los momentos de dolor son momentos de reflexión. Nos ponen en un estado de vulenarabilidad que nos permiten analizar nuestros pensamientos y sentimientos de una manera más profunda, y como amantes de la música, noticias trágicas como la de esta semana, nos ponen a pensar.
Recapitulemos los últimos dos años. A finales de 2015 se nos fueron Lemmy y Philthy de Motorhead, Scott Weiland y BB King. En 2016 perdimos a George Michael, Prince y David Bowie, y en lo que va de este año, Chuck Berry, Chris Cornell y Chester Benington.
Todos y cada uno de ellos fueron leyendas dentro de sus propios géneros. Íconos. Ya sea por la edad, alguna maldita enfermedad como el cáncer, o por decidir quitarse la vida, la realidad es que todos ellos ya pasaron a la historia. Dejaron su huella. Su música perdurará, pero su tiempo en este planeta finalizó, y es algo que debemos, tarde o temprano, asimilar.
Hace un año atrás hicimos una breve reflexión en 'Los Recitales Andan Diciendo' acerca de nuestra dependencia hacia las bandas clásicas de rock. ¿Alguna vez se plantearon qué va a pasar de acá a 10... 15 años? ¿Qué va a pasar cuando el último ídolo de los 70 o de los 80 haya desaparecido? Angus Young tiene 62 años, Mick Jagger tiene 73, Ozzy tiene 68, Iggy Pop 70, Brian May 70, Jimmy Page cumplió 73... Saltemos una generación: Dave Grohl tiene 50, Serj Tankian 49, Billy Corgan 48, Eddie Vedder 52, Flea 54...
Así como hoy tenemos que asimilar que Chris Cornell y Chester Bennington ya no están, también hay que comenzar a digerir la idea de que el día de mañana nos vamos a despertar, nos va a llegar un mensaje, o una notificación en el muro de alguna de nuestras redes sociales, y nos vamos a enterar de que algun otro de nuestros ídolos ya no está entre nosotros. Puede ser un veterano como Iggy Pop, o puede ser alguien joven como Alex Turner, pero va a pásar. Va a llegar el momento en que todos tus ídolos actuales van a morir.
Obviamente es difícil lidiar con el concepto de la muerte, no importa de quien sea, y en estos casos tenemos una ecuación más compleja, ya que le sumamos el factor del 'ídolo' y de que la música en sí, es atemporal. Sin embargo, el mayor problema acá está en el recambio. Con el cambio de tendencias en los últimos años y sumado a la 'falta de nuevas 'ideas', el rock ya no se encuentra surfeando en la parte alta de la ola, y va en camino a estrellarse contra las rocas.
El apego a los artistas clásicos se volvió tan extremo, que cuando falleció Chris Cornell, comenzó a correr el pánico por perder al último referente de la generación Grunge y en las redes sociales se viralizó una frase que llegó a ser trending topic mundial en Twitter: #CuidemosAEddieVedder. ¿Qué se supone que significa eso? ¿Se imaginan lo que debió ser para el pobre hombre tener que perder a un amigo, y que de repente todos los focos se pongan sobre él de esa manera? (además de la presión que le cargan, como si ahora él tuviera que hacerse responsable de toda esta generación huérfana)
Desde Pogopedia somos firmes partidarios de que el rock sigue vivo, y de que hay bandas haciendo laburos impecables y rompiéndose el lomo allá afuera. El problema está en que el rock hoy en día ya no se encuentra en la escena del mainstream. Pareciera que esta generación es más 'feliz' que las anteriores, a juzgar por el tipo de música que vemos que se repite constantemente en las radios. Se ve que ya no hay lugar para el depresivo que cubrio el punk en los '70, el grunge en los '90 o el nu metal en la decada del '00.
Hoy en día vemos circular artistas que están totalmente fuera de nuestro radar, pero que aun así tienen cientos de millones de visitas en portales como Yotubue, y millones de seguidores en Instagram o Facebook. Cada día nace una nueva estrella que apela a los jóvenes, y que si tiene suerte, logra masividad casi instantánea, mientras que las bandas de rock tienen que remarla en dulce de leche para poder siquiera arañar cifras como esas.
Podríamos asumir una posición bastante pesimista, y decir que al rock ya se le pasó la hora, pero antes de afirmar tal cosa, vamos a trasladarnos al contexto de la escena músical en Argentina, puntualmente en dos grupos:
Dicho esto, volvemos al rock. El rock en Argentina vivió mas de tres décadas de abundancia creativa y comercial, hasta que 13 años atrás, 194 personas murieron en un boliche del barrio de Once llamado 'República de Cromañón'. Por una broma divina de esas que hace a veces el universo, Omar Chabán, que fue uno de los más grandes defensores y referentes de la cultura under en argentina, terminó siendo responsable de una de las tragedias más grandes de nuestro país, y del declive de la escena del rock local, por su propia negligencia. A partir de ese punto los boliches para bandas comenzaron a cerrar a diestra y siniestra, las bandas perdieron impulso al no tener dónde tocar, y lo peor, el rock perdió, sobre todo, público joven.
Avanzamos 13 años, y hoy en día la escena del under se encuentra sana y fuerte. Cada vez aparecen más lugares para tocar, y la diversidad (y calidad) de bandas es realmente impresionante. Uno de los problemas está en que en un país en el que la corrupción se puede encontrar a la vuelta de cada esquina en cualquier ámbito, todavía hay muchos aspectos podridos en la escena local. No vamos a frenarnos a mencionar cada una de estas problemáticas, pero todas convergen en lo mismo: quedan aun muchas piedras en el camino, que no le garantizan al músico las condiciones óptimas para que pueda vivir de su arte, y esto muchas veces termina logrando que (sumado a la falta de gente que lo vaya a ver), un músico pierda motivación, y termine dejando su banda.
El publico está. Argentina ha demostrado (al igual que el resto de sudamerica) tener un público apasionado por los recitles y por el rock, pero por algun motivo, las bandas tienen que seguir luchando por cubir la 'cuota' mínima de entradas de una fecha. Algunas pocas (como 'El Mató', 'Los Antiguos', 'Poseidótica', 'Los Rusos Hijos de Puta', o 'Against', por mencionar un puñado) pudieron levantar vuelo, y se están convirtiendo en bandas emergentes (o 'border' como a nosotros nos gusta llamarlas), logrando llevar una cantidad interesante de gente a lugares medianos. Si bien no todas las bandas tienen intenciones de llegar al mainstream, nos cuesta pensar en la última banda de rock que realmente logró llegar al mainstream local de manera genuina, y no instalada. Posiblemente la última de ellas fue Eruca Sativa, y nos quedamos ahí, porque el resto del foco se reparte con las mismas bandas de siempre, que hace décadas están aferradas con uñas y dientes, y acá entra nuevamente la problemática de la dependencia y el recambio.
Eruca Sativa en su segundo Luna Park.
No tiene nada de malo ir a ver a un músico que viene tocando hace 20 o 30 años, pero hay que entender que la escencia del rock esta en la juventud, tanto arriba como debajo del escenario. Si queremos que el rock sobreviva, tenemos que soltarle un poco la mano a aquellas estrellas del pasado, para poder recibir a las nuevas, y esto implica también que las nuevass bandas comiencen a tomar acciones para captar nuevamente al público joven. ¿Cómo podemos esperar que un pibe de 15 años se identifque con un señor de 70?
Que quede claro, no estamos diciendo que debemos olvidarnos de lo viejo, ni que un artista que envejeció ya no pueda conectar con otras generaciones, pero si que debemos tratar de dejar un poco esa dependencia, y tomar lo nuevo con otros ojos. Seamos honestos ¿cuántos de los que pagaron de 2 a 5 lucas para ir a ver a los Guns con los Who van explorar bandas nuevas del under?
También tenes fenómenos como el de La Beriso, que repitiendo la vieja fórmula del 'rock barrial' (o 'rock chabón'), terminó llenando un estadio River, como hace años atrás lo hacían bandas como Los Piojos, La Bersuit o Soda, y a pesar de su innegable éxito, La Beriso sigue recibiendo muchas críticas (sobre todo por parte del público del rock pesado y del metal), por repetir la misma fórmula de siempre del rock barrial. Lo que a veces nos olvidamos, es que a pesar de no ser de nuestra simpatía, sigue siendo rock, tiene (por lejos) letras con más mensaje que las de la cumbia o el reggetón, y lo más importante aun: logra representar a una parte de nuestra sociedad, en este caso, a los pibes de barrio.
La Beriso en River.
Hace un tiempo escuché a un amigo tirar la frase: "Hay que enseñarle a los pibes que existe algo más que La Beriso", y si bien coincido plenamente, creo que antes de comenzar a dar esa enseñanza, algo tiene que cambiar en la ecuación actual. Todos debemos despertar y replantearnos mejor las cosas, seamos banda, productor, dueño de algun boliche, o público. Sobre todo en tiempos como los de hoy, es todo una cuestión de imagen y de contexto. La música está tan buena como siempre, sólo hace falta una chispa que detone todo, así como todas las bandas de California cambiaron radicalmente su imagen cuando explotaron los Guns n Roses, o cuando todas las bandas se subieran al tren del grunge cuando explotó Nirvana.
Nuestra recomendación para las bandas: Traten de pensar en nuevas ideas, de conectar con el público, y por sobre todo con los más jóvenes. Aprovechen y saquenle hasta la última de gota de jugo a las redes sociales, que son una de las herramientas mas poderosas que van a encontrar hoy en día para lograr triunfar en estos tiempos donde los 'likes' y los 'seguidores' literalmente se cotizan.
Nuestra recomendación al público: En vez de lamentarte por 'haber nacido en la época equivocada' y estar recolectando el vestigio de una banda clásica de veteranos, explorá nuevos lugares, porque hoy mismo tenés bandas dando lo mismo que daban AC/DC o Led Zeppelin cuando eran jóvenes. Sería bastante obtuso pensar que no existen personas en la actualidad que puedan crear piezas únicas de música, o que puedan estar descosiéndola como lo hacían algunos artistas 30 años atrás. En vez de mirar con desdén por 'sonar como tal banda' o 'querer parecerse a tal otra', entendé que el tiempo es relativo y estos son los AC/DC y los Zeppelin de tu generación. Hay grupos que estan en su mejor momento, y que la estan rompiendo arriba del escenario, pero si no tienen un público que los aguante, jamás van a salir del under.
Para cerrar, y demostarles que no mentimos cuando decimos que hay buenas propuestas allá afuera, les traemos algunas bandas de la escena local que vale la pena escuchar. Hay para todos los gustos:
42 DECIBEL
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ANDA A VERLOS: Este Viernes 28 en el Roxy Live
SURFING MARADONAS
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LOS RUSOS HIJOS DE PUTA
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AGAINST
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(DATO: Against ganó recientemente el concurso Wacken Metal Battle Argentina organizado por Vorterix Metal, y van a ir a tocar al Wacken de Alemania)
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EL PERRODIABLO
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LOS ANTIGUOS
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Recapitulemos los últimos dos años. A finales de 2015 se nos fueron Lemmy y Philthy de Motorhead, Scott Weiland y BB King. En 2016 perdimos a George Michael, Prince y David Bowie, y en lo que va de este año, Chuck Berry, Chris Cornell y Chester Benington.
Todos y cada uno de ellos fueron leyendas dentro de sus propios géneros. Íconos. Ya sea por la edad, alguna maldita enfermedad como el cáncer, o por decidir quitarse la vida, la realidad es que todos ellos ya pasaron a la historia. Dejaron su huella. Su música perdurará, pero su tiempo en este planeta finalizó, y es algo que debemos, tarde o temprano, asimilar.
Hace un año atrás hicimos una breve reflexión en 'Los Recitales Andan Diciendo' acerca de nuestra dependencia hacia las bandas clásicas de rock. ¿Alguna vez se plantearon qué va a pasar de acá a 10... 15 años? ¿Qué va a pasar cuando el último ídolo de los 70 o de los 80 haya desaparecido? Angus Young tiene 62 años, Mick Jagger tiene 73, Ozzy tiene 68, Iggy Pop 70, Brian May 70, Jimmy Page cumplió 73... Saltemos una generación: Dave Grohl tiene 50, Serj Tankian 49, Billy Corgan 48, Eddie Vedder 52, Flea 54...
Así como hoy tenemos que asimilar que Chris Cornell y Chester Bennington ya no están, también hay que comenzar a digerir la idea de que el día de mañana nos vamos a despertar, nos va a llegar un mensaje, o una notificación en el muro de alguna de nuestras redes sociales, y nos vamos a enterar de que algun otro de nuestros ídolos ya no está entre nosotros. Puede ser un veterano como Iggy Pop, o puede ser alguien joven como Alex Turner, pero va a pásar. Va a llegar el momento en que todos tus ídolos actuales van a morir.
Obviamente es difícil lidiar con el concepto de la muerte, no importa de quien sea, y en estos casos tenemos una ecuación más compleja, ya que le sumamos el factor del 'ídolo' y de que la música en sí, es atemporal. Sin embargo, el mayor problema acá está en el recambio. Con el cambio de tendencias en los últimos años y sumado a la 'falta de nuevas 'ideas', el rock ya no se encuentra surfeando en la parte alta de la ola, y va en camino a estrellarse contra las rocas.
El apego a los artistas clásicos se volvió tan extremo, que cuando falleció Chris Cornell, comenzó a correr el pánico por perder al último referente de la generación Grunge y en las redes sociales se viralizó una frase que llegó a ser trending topic mundial en Twitter: #CuidemosAEddieVedder. ¿Qué se supone que significa eso? ¿Se imaginan lo que debió ser para el pobre hombre tener que perder a un amigo, y que de repente todos los focos se pongan sobre él de esa manera? (además de la presión que le cargan, como si ahora él tuviera que hacerse responsable de toda esta generación huérfana)
Desde Pogopedia somos firmes partidarios de que el rock sigue vivo, y de que hay bandas haciendo laburos impecables y rompiéndose el lomo allá afuera. El problema está en que el rock hoy en día ya no se encuentra en la escena del mainstream. Pareciera que esta generación es más 'feliz' que las anteriores, a juzgar por el tipo de música que vemos que se repite constantemente en las radios. Se ve que ya no hay lugar para el depresivo que cubrio el punk en los '70, el grunge en los '90 o el nu metal en la decada del '00.
Hoy en día vemos circular artistas que están totalmente fuera de nuestro radar, pero que aun así tienen cientos de millones de visitas en portales como Yotubue, y millones de seguidores en Instagram o Facebook. Cada día nace una nueva estrella que apela a los jóvenes, y que si tiene suerte, logra masividad casi instantánea, mientras que las bandas de rock tienen que remarla en dulce de leche para poder siquiera arañar cifras como esas.
Podríamos asumir una posición bastante pesimista, y decir que al rock ya se le pasó la hora, pero antes de afirmar tal cosa, vamos a trasladarnos al contexto de la escena músical en Argentina, puntualmente en dos grupos:
- Rap / Hip Hop: Una de las movidas que mas creció en los últimos años y que logró captar la atención de los más jóvenes. La movida en Capital Federal y GBA se volvió enorme, hasta el punto de poder ir un domingo cualquiera al Parque Rivadavia y encontrar miles de pibes haciendo batallas de rap, mano a mano, organizados por grupos como 'El Quinto Escalón'. No hacen falta instrumentos, sólo dos personas compitiendo para ver quien la tiene más grande, alquien que les tire el 'beat', y un público que aliente. La movida creció, genero masividad en las redes, y hoy vemos que marcas como Red Bull auspician batallas de rap para miles de personas, o que 'El Quinto Escalón' pasó de ser un encuentro de rap, a tener su propio programa en Vorterix (real).
- Cumbia: Género que siempre estuvo presente en nuestro país y archienemigo historico del rock (de la mano del reggeton, la electrónica y 20 millones de géneros más). A ojos de palo rockero, la cumbia siempre representó lo opuesto: falta de talento musical, letras banales, playback y retroceso cultural, y a pesar de que en alguos casos esos calificativos den en el blanco (irónicamente también lo hacen para muchos grupos de rock), también hay muchas otras bandas de cumbia que realmente tocan con sus letras problemáticas sociales reales y representan a gran parte de la sociedad argentina. El problema está en que en los últimos años, mientras los rockeros y metaleros se dedicaron a criticar a 'los cumbia', esos cumbia se encargaron de ampliar su mercado, y así es como la cumbia villera trascendió sus propias barreras y se instaló en grupos sociales que no necesariamente se sienten identificados con sus temáticas. Tal es el punto que hoy en día existe 'la cumbia cheta' (básicamente rugbiers tocando cumbia), y lo tenés a Pablito Lescano, al Pepo y a los pibes de Agapornis cobrando FOR-TU-NAS por tocar 40 minutos (o menos) en algun boliche de Palermo, y esto ocurre porque existe un público que lo sigue y lo va a seguir demandando.
Dicho esto, volvemos al rock. El rock en Argentina vivió mas de tres décadas de abundancia creativa y comercial, hasta que 13 años atrás, 194 personas murieron en un boliche del barrio de Once llamado 'República de Cromañón'. Por una broma divina de esas que hace a veces el universo, Omar Chabán, que fue uno de los más grandes defensores y referentes de la cultura under en argentina, terminó siendo responsable de una de las tragedias más grandes de nuestro país, y del declive de la escena del rock local, por su propia negligencia. A partir de ese punto los boliches para bandas comenzaron a cerrar a diestra y siniestra, las bandas perdieron impulso al no tener dónde tocar, y lo peor, el rock perdió, sobre todo, público joven.
Avanzamos 13 años, y hoy en día la escena del under se encuentra sana y fuerte. Cada vez aparecen más lugares para tocar, y la diversidad (y calidad) de bandas es realmente impresionante. Uno de los problemas está en que en un país en el que la corrupción se puede encontrar a la vuelta de cada esquina en cualquier ámbito, todavía hay muchos aspectos podridos en la escena local. No vamos a frenarnos a mencionar cada una de estas problemáticas, pero todas convergen en lo mismo: quedan aun muchas piedras en el camino, que no le garantizan al músico las condiciones óptimas para que pueda vivir de su arte, y esto muchas veces termina logrando que (sumado a la falta de gente que lo vaya a ver), un músico pierda motivación, y termine dejando su banda.
El publico está. Argentina ha demostrado (al igual que el resto de sudamerica) tener un público apasionado por los recitles y por el rock, pero por algun motivo, las bandas tienen que seguir luchando por cubir la 'cuota' mínima de entradas de una fecha. Algunas pocas (como 'El Mató', 'Los Antiguos', 'Poseidótica', 'Los Rusos Hijos de Puta', o 'Against', por mencionar un puñado) pudieron levantar vuelo, y se están convirtiendo en bandas emergentes (o 'border' como a nosotros nos gusta llamarlas), logrando llevar una cantidad interesante de gente a lugares medianos. Si bien no todas las bandas tienen intenciones de llegar al mainstream, nos cuesta pensar en la última banda de rock que realmente logró llegar al mainstream local de manera genuina, y no instalada. Posiblemente la última de ellas fue Eruca Sativa, y nos quedamos ahí, porque el resto del foco se reparte con las mismas bandas de siempre, que hace décadas están aferradas con uñas y dientes, y acá entra nuevamente la problemática de la dependencia y el recambio.
Eruca Sativa en su segundo Luna Park.No tiene nada de malo ir a ver a un músico que viene tocando hace 20 o 30 años, pero hay que entender que la escencia del rock esta en la juventud, tanto arriba como debajo del escenario. Si queremos que el rock sobreviva, tenemos que soltarle un poco la mano a aquellas estrellas del pasado, para poder recibir a las nuevas, y esto implica también que las nuevass bandas comiencen a tomar acciones para captar nuevamente al público joven. ¿Cómo podemos esperar que un pibe de 15 años se identifque con un señor de 70?
Que quede claro, no estamos diciendo que debemos olvidarnos de lo viejo, ni que un artista que envejeció ya no pueda conectar con otras generaciones, pero si que debemos tratar de dejar un poco esa dependencia, y tomar lo nuevo con otros ojos. Seamos honestos ¿cuántos de los que pagaron de 2 a 5 lucas para ir a ver a los Guns con los Who van explorar bandas nuevas del under?
También tenes fenómenos como el de La Beriso, que repitiendo la vieja fórmula del 'rock barrial' (o 'rock chabón'), terminó llenando un estadio River, como hace años atrás lo hacían bandas como Los Piojos, La Bersuit o Soda, y a pesar de su innegable éxito, La Beriso sigue recibiendo muchas críticas (sobre todo por parte del público del rock pesado y del metal), por repetir la misma fórmula de siempre del rock barrial. Lo que a veces nos olvidamos, es que a pesar de no ser de nuestra simpatía, sigue siendo rock, tiene (por lejos) letras con más mensaje que las de la cumbia o el reggetón, y lo más importante aun: logra representar a una parte de nuestra sociedad, en este caso, a los pibes de barrio.
La Beriso en River.
Hace un tiempo escuché a un amigo tirar la frase: "Hay que enseñarle a los pibes que existe algo más que La Beriso", y si bien coincido plenamente, creo que antes de comenzar a dar esa enseñanza, algo tiene que cambiar en la ecuación actual. Todos debemos despertar y replantearnos mejor las cosas, seamos banda, productor, dueño de algun boliche, o público. Sobre todo en tiempos como los de hoy, es todo una cuestión de imagen y de contexto. La música está tan buena como siempre, sólo hace falta una chispa que detone todo, así como todas las bandas de California cambiaron radicalmente su imagen cuando explotaron los Guns n Roses, o cuando todas las bandas se subieran al tren del grunge cuando explotó Nirvana.
Nuestra recomendación para las bandas: Traten de pensar en nuevas ideas, de conectar con el público, y por sobre todo con los más jóvenes. Aprovechen y saquenle hasta la última de gota de jugo a las redes sociales, que son una de las herramientas mas poderosas que van a encontrar hoy en día para lograr triunfar en estos tiempos donde los 'likes' y los 'seguidores' literalmente se cotizan.
Nuestra recomendación al público: En vez de lamentarte por 'haber nacido en la época equivocada' y estar recolectando el vestigio de una banda clásica de veteranos, explorá nuevos lugares, porque hoy mismo tenés bandas dando lo mismo que daban AC/DC o Led Zeppelin cuando eran jóvenes. Sería bastante obtuso pensar que no existen personas en la actualidad que puedan crear piezas únicas de música, o que puedan estar descosiéndola como lo hacían algunos artistas 30 años atrás. En vez de mirar con desdén por 'sonar como tal banda' o 'querer parecerse a tal otra', entendé que el tiempo es relativo y estos son los AC/DC y los Zeppelin de tu generación. Hay grupos que estan en su mejor momento, y que la estan rompiendo arriba del escenario, pero si no tienen un público que los aguante, jamás van a salir del under.
Para cerrar, y demostarles que no mentimos cuando decimos que hay buenas propuestas allá afuera, les traemos algunas bandas de la escena local que vale la pena escuchar. Hay para todos los gustos:
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(DATO: Against ganó recientemente el concurso Wacken Metal Battle Argentina organizado por Vorterix Metal, y van a ir a tocar al Wacken de Alemania)
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