5 momentos históricos del Lollapalooza Argentina

Mientras calentamos motores para la sexta edición del festival más grande de Argentina, recordamos 5 grandes momentos de las 5 ediciones anteriores

FESITVALES | El más grande del año está a la vuelta de la esquina

Entramos en una semana muy especial del año. El otoño ya se está haciendo presente, pero para el amante de los festivales el verano tiene unos días más.

A lo largo de los años, el Lollapalooza Argentina ha sabido consolidarse como el broche de oro previo al retorno de muchos jóvenes (y otros no tanto) a la rutina.

En Pogopedia, ya te estuvimos bombardeando de información acerca de la edición 2019 (con sorteo de un 3 Day Pass incluido en nuestro Instagram). Por eso hoy, y para hacerla completa, te proponemos recordar 5 momentos históricos del Lollapalooza Argentina, indagando, respectivamente, en cada una de las 5 ediciones que ya acontecieron en nuestro suelo. Comencemos.


Lollapalooza 2014: la primera y última vez de Soundgarden en nuestro país

La primera edición había sido esperada con una enorme expectativa. Meses anteriores habíamos tenido un coqueteo con una edición de Rock In Rio en Buenos Aires (que terminó por caerse) y en ese contexto llegaba el gigante de los festivales a salvar nuestras esperanzas. Con un line up cargadísimo de crudeza y potencia sustentado en puro rock, el Lollapalooza daba inicio a su tradición al palo. Sin embargo, en perspectiva, hoy vemos aquella grilla con cierta nostalgia: fue la primera y la última vez que Soundgarden tocó en nuestro país. Con un Chris Cornell en estado salvaje, feroz, dígase, lease ,siéntase, indomable, la banda hizo sonar las joyas de una discografía que nunca habíamos podido escuchar en vivo. “Tendríamos que haber venido dos décadas atrás, pero hoy estamos acá, y ustedes también y eso es hermoso”, se disculpó Cornell.





Lollapalooza 2015: Robert Plant y Jack White unen fuerzas


Hacia la segunda edición, el Lollapalooza Argentina comenzaba a mostrar el germen de una mutación que se consolida en estos días: una diversidad absoluta de géneros, artistas y, por ende, públicos. Sin embargo, el momento grande del festival seguiría estando ligado al rock. Robert Plant llegaba en su quinta visita al país y hacía la previa del plato principal de la primera jornada: Jack White. Todo estaba dado para un suceso clave en la historia del festival: los caminos del mítico cantante y del guitar hero contemporáneo se cruzaron en una versión absoluta de The Lemon Song, de Led Zeppelin.






Lollapalooza 2016: Eminem suma el Rap a la ecuación



Este año contamos con Kendrick Lamar como uno de los headliners, pero como si hubiera sido un plan secreto salido del laboratorio de Dr. Dre, quien se encargó de abrir camino fue, ni más ni menos, que Eminem en la tercera edición. Fue la primera visita de Slim Shady a nuestro país: set arrollador, gran puesta en escena y una presencia absoluta que terminó por introducir al rap como una de las constantes en las siguientes ediciones del Lollapalooza Argentina. Aquella noche no quedaron dudas: habíamos visto al Rap God.








Lollapalooza 2017: los Strokes se casan para siempre con el público argentino


Habían pasado más de 20 minutos del horario estipulado y los Strokes no salían a escena. Si alguna de las 90 mil almas que esperaban por los muchachos de Casablancas (si estabas viendo a Martin Garrix pifiaste) sintió algún malestar por la espera, todo fue sanado en los primeros segundos: “es cumbia?”. Era cumbia. La versión de Oscar Coronel de Reptilia se hizo presente y de ahí en más se dibujó una noche histórica. Con un setlist basado en “Is This It”, su primer disco, los Strokes se casaron para siempre con Argentina. Una vez terminado, no volvieron al escenario una vez mas a pedido del público, sino tres veces: “nos dijeron que dejáramos de tocar, pero charlamos, nos estamos divirtiendo, vamos a tocar una más” nos decía Julian mientras nos reverenciaba. Esa noche la emoción fue mutua a tal punto que a la mañana siguiente prometieron volver, ¿será en 2020?.







Lollapalooza 2018: el tercer día que no fue


De buenas a primeras, los grandes cambios del año pasado fueron dos: la introducción de la cumbia de la mano de Damas Gratis y la extensión del festival a 3 días. El primero se desarrolló con total normalidad. Ahora, el segundo… La noche del sábado cayó una tormenta abismal sobre Buenos Aires y el predio quedó destruido y bajo el agua. La incertidumbre de esa mañana fue absoluta: ¿se hace?, ¿No se hace?. ¿ Y las entradas?, ¿ Y Pearl Jam? , ¿Y la plata de la pulserita?! La información fue llegando y se confirmó lo peor: no había forma de hacerlo. Aún así, nos dolía todo del pogo bestial que armó Royal Blood el día 1 y de bailar con los Killers la noche anterior. La revancha llega este fin de semana.

Por Piero Nápoli


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