Con riffs de herencia Black Sabbath, fiera apostura, espíritu nihilista, liberacion catártica y angustia existencial derivada del punk, un significado talento para la construcción melódica y el aspecto astroso de su ropaje físico y sonoro, deudor del rock alternativo de los Pixies, Nirvana se convirtieron en los puntales máximos del grunge, movimiento surgido en la ciudad de Seattle que devolvió la exaltación guitarrera a las radiofórmulas. Los orígenes del grupo se remontan al año 1986, cuando Kurt Cobain (nacido el 20 de febrero de 1967 en Hoquiam, Aberdeen, Washington), un muchacho inconformista hijo de padres divorciados que había abandonado el instituto para dedicarse a pintar y escribir música con influencias tan heterogéneas como The Beatles, KISS, Black Sabbath, Pixies, Meat Puppets, Sonic Youth, Ramones o The Sex Pistols, decidió formar un grupo de rock en la localidad de Aberdeen tras colaborar durante un tiempo como roadie para el grupo de punk The Melvins, que lideraba su amigo Buzz Osbourne. Fue precisamente Osbourne quien le presentó a Cobain un muchacho alto y desgarbado de ascendencia croata llamado Chris (Krist) Novoselic (nacido el 16 de mayo de 1965 en Campton, California), fanático del hard-rock y el punk también residente en Aberdeen, población cercana a Seattle, con el que formó la banda Ed, Ted & Fred, en la que Kurt ocupó el puesto de batería.
