Se terminaban los mitos y las leyendas. Después de 20 años, Dave Grohl pisó Argentina, por fin, con Foo Fighters. Mucho se dijo del show de Nirvana en Velez y la supuesta cruz que nos hizo Grohl por habernos portado mal con la banda soporte aquella fatídica noche. Mito que se fue haciendo mayor con el correr de los años porque Foo Fighters tardó 17 años en venir al país. Lo que muchos no saben es que no fue porque Grohl nos odiaba y no nos quería sino porque hubo dos ocasiones en las que la banda iba a venir y circunstancias ajenas hicieron que esos shows no se lleven a cabo. La primera fue en 2001. Foo Fighters iba a venir en enero (bajaron para tocar en el Rock In Rio en Brasil) pero el poco tiempo con el que se iniciaron las negociaciones sumado a que David Letterman les pidió a los Foo tocar en su programa luego de una cirugía de corazón que lo había alejado de las cámaras por varias semanas, hicieron que la banda no venga y postergue su gira sudamericana. En 2007, estuvieron en la mira de los productores que contrataron a The Who para venir a River pero sorprendentemente tuvieron que cancelar el show desde la productora debido a que en Brasil no había disponibilidad de estadios y conllevaba un gasto enorme para una sola presentación en Buenos Aires. Además, se decidieron por Iggy Pop para abrir el show de The Who finalmente. Ya no quedaban más excusas y los Foo arrancaban lo que sería una visita llena de perlitas y momentos inolvidables.
Se terminaban dos décadas de especulaciones. La incógnita planteada a partir de aquel caótico show de Nirvana en Vélez, donde el público trató para la mierda a las Calamity Jane, tardó 20 años en resolverse. Foo Fighters llegaba a la Argentina en el momento más exitoso de su carrera. Venían a presentar su álbum más exitoso hasta la fecha, Wasting Light, con un sinfín de hits. Antes del show, Mario Pergolini y Gustavo Olmedo en Vorterix y Eduardo De La Puente en Rock & Pop, entrevistaron a Grohl por teléfono y le preguntaron si era verdad que no había venido porque se había enojado con el público. Grohl nunca dijo que no y de hecho dijo que la mejor manera de desafiar al público que tan mal se había portado, era amagando a tocar Smells Like Teen Spirit y no tocándola. Igualmente, al momento de pararse sólo con su guitarra para el bis de Times Like These, Grohl pidió disculpas por tardar tanto tiempo en venir y prometió que no iban a tardar tanto en volver.
Uno de los comentarios que más se escucharon fue el de la voz de Grohl. Es sabido que al cantante de los Foo le encanta dar el 110% en los shows y se grita la vida.... pero en esta gira que lo traía por primera vez a Argentina, Dave Grohl llegaba con la garganta hecha mierda debido a que durante el 2011 giró por todo el mundo y por este problema, en marzo de 2012, un mes antes de los shows en Sudamérica, tuvo que cancelar la gira por Asia. Fueron pasajes del show que preferimos pasar por alto, ya que el esfuerzo que hizo, si bien es noble, no dejaba de sonar para la mierda. Después de unos meses, Grohl contó en una nota que nunca tomó clases ni se revisó las cuerdas vocales.
Cuando llegó el momento de presentar a la banda, el que se llevó la mayor cantidad de aplausos fue Pat Smear, posiblemente porque después de Grohl, es el otro miembro de Nirvana que tienen los Foo. A pesar de que en Nirvana estuvo 6 meses y que en los Foo no tocó por casi 10 años, el público argentino tiene un cariño especial por el ex-guitarrista de la legendaria banda The Germs. Tal es así, que cuando lo presentaron la gente empezó a corear "Nirvanaaaa Nirvanaaaa", lo que descolocó tanto a Pat como a Grohl, aunque entendieron el mensaje y devolvieron con aplausos al público el saludo.
Más que conocida es la pasión del público argentino en los shows de rock. "El mejor público del mundo" dicen las bandas cuando bajan acá y lo cuentan de vuelta en sus casas. A veces con demagogia, a veces con demasiada sinceridad, hay bandas que no lo pueden creer y bandas que responden con indiferencia. En el caso de Grohl, fue por el lado de la lógica.... En el momento de presentar a la banda, a cada integrante que pasaba, la gente le gritaba el "olé, olé..."... así que cuando llegó el turno de presentar a Grohl, este dijo emocionado "Ah, ahora entiendo.... olé, olé, olé, olé, cualquier cosa, cualquier cosa". Una anécdota para el recuerdo.
Fue el caballito de batalla para presentarla al mundo. Este show fue el primero transmitido en vivo por el streaming de Vorterix, la nueva radio de Mario Pergolini. Era la prueba de fuego para analizar el impacto de internet en la gente. Más de 250 mil personas en todo el mundo vieron el primer show de Foo Fighters en el Quilmes Rock a través de la página de Vorterix y si bien la calidad de la transmisión fue mala, sirvió de base para establecerse como una radio transmisora de shows en vivo a través de Internet.
Sabemos y nos quejamos constantemente de las fechas elegidas para que las bandas hagan sus shows. Definitivamente el martes es el día con menos rock de todos. Pero de manera atípica, la semana sólo tuvo dos días hábiles: los días del Quilmes. Así es. El lunes 2 de abril fue feriado por Malvinas, mientras que el jueves 5 y viernes 6 se celebró Semana Santa por lo que las fechas del Quilmes bien podían pensarse como un falso jueves y viernes. Si bien servía de estimulo, la venta de entradas no fue la esperada y el estadio estaba a medio llenar promediando el show de Foo Fighters.
No sólo llamó la atención de todos sino de los propios miembros de la banda. Dave Grohl acababa de presentar a Chris Shiflett y este salió de la nada con el riff de Run To The Hills de Maiden. La gente explotó. Un segundo después, Grohl levantó el estadio con una mini versión de Rockaway Beach de Ramones, lo que encendió el famoso "Hey Ho! Let's Go!" de todo el público. Luego se supo que en camarines, alguien le comentó a Grohl que el público argentino amaba a los Ramones y decidió homenajearlos de la mejor manera. Raro además, ya que nunca tocó nada de ellls en sus shows (si bien tienen grabado un b-side con el cover de Danny Says en One By One).
Épico momento del Quilmes Rock, sin duda alguna. Joan Jett se calzó la viola para tocar uno de sus clásicos más exitosos junto a los Foo y el estadio explotó. No todo los días se tiene un cruce de artistas de gran nivel en el país y este fue, sin dudas, uno de los mejores momentos de la noche.