Novena visita de la banda al país. Para esta gira, la banda recreó el tour 'Maiden England' de 1988, pero con una producción y una tecnología muy avanzada.
El público ya venía picante de la presentación de Slayer, y cuando salió Maiden al escenario la cosa estaba explotada. La banda arrancó 'Moonchild', su primer tema, y no llegaron a terminarlo: las vallas del frente de Campo habían cedido. Inmediatamente Dickinson paró el show y pidió a la gente que dé dos pasos para atrás. Ahí comenzaron las reparaciones.
Si bien la banda había frenado el show, ninguno se fue del escenario en ningun momento. Muchos metaleros de público se impacientaban, otros no entendían que pasaba, y algunos entendían, pero pretendían que la cosa siga igual, mientras le gritaban cosas a Dickinson. A partir de ahí, Bruce se encargó de entretener al público, mientras los de prevención martillaban fierros contra las vallas y las bordeaban con elásticos para frenar la avalancha de gente y que se venga todo abajo.
Desde el momento en que las vallas cedieron, hasta que las repararon, Dickinson se portó como un verdadero genio. Primero intentó hablar en inglés con su público, pero luego pasó al español. Se tocó un solo de batería después de NIcko, y en un momento hasta se puso a hacer un 'solo de cachetes' (real) al ritmo de la canción de 'El llanero solitario'. Treinta minutos tuvo que remarla, hasta que todo volvió a la normalidad.
