Eddie Vedder dio una nota tiempo después en otro país, hablando sobre este show y cómo lo impresionó el público argentino. "Era como si dos personas tomaran una sábana de cada lado y empezaran a sacudirla... a través de todo el campo. Parecía un caos, pero organizado."
Fue una muestra de lo que estaban viviendo como banda arriba del escenario. En las distintas interveciones que Eddie tuvo entre tema y tema, en su típico español léido, se encargó de dejarles en claro a todos que no podían creer lo que se veía desde arriba. "Cuando éramos chicos y estábamos en el colegio, no le dábamos mucha bola al planeta y a las distintas partes del mundo... venir acá por segunda vez, y tener esta clase de respuesta por parte del público... Si ustedes puedieran ver lo que yo estoy viendo en este momento... no lo creerían ni en pedo". Los halagos de Vedder se coronaron con un eufórico "La próxima vez, nosotros les pagamos a ustedes"
Más allá de las divisiones que hubo, todo el estadio se vino abajo. Hasta acá, no se entendía muy bien qué pasaba con Pearl Jam y el público argentino. Los shows de Ferro marcaron una relación que se perfilaba como una de las más grandes entre una banda y su público pero este show sirvió para analizar si en 2005 fue sólo la euforia de la primera vez o era algo que se mantenía en el tiempo. Todos los cantitos de hinchada que se dieron en Ferro, en La Plata se repitieron masificados y maximizados. Como si la gente hubiera estudiado los shows de Ferro prácticamente.... la banda se quedó atónita por la energía de la gente.
Cualquiera podría haber pensado que fueron oportunistas, sabiendo que semanas atrás del show, Roger Waters había agotado NUEVE (9) FECHAS en RIVER para sus shows de marzo de 2012. No fue así. Unos días antes, el conductor estadounidense Jimmy Fallon hizo un especial semanal para celebrar a Pink Floyd, invitando a varias bandas (Pearl Jam, Foo Fighters, MGMT, entre otros) y la banda liderada por Eddie Vedder tocó Mother. Tema que eligieron para tocar en La Plata, quizá sí sabiendo que el público argentino había agotado las entradas, pero con un sello personal que conmovió a todo el estadio y dejó sin aliento hasta los más agitadores... y encima después arrancó Black. Sin palabras.
"Desde el escenario, la mejor afición show de todos los tiempos, un viaje de ácido de la pasión argentina. Difícil de explicar no sólo lo que estábamos viendo, si no lo que estábamos sintiendo .... por primera vez en mucho tiempo que no pude dormir después de un show.
Todavía lo estoy procesando..." (publicó Jeff Ament, un día después del show en facebook)