Le tomó 17 años a Axl volver a nuestro país, pero desde entonces no paró. Además de la fecha anterior en 2010, hizo ésta en 2011, otra en 2014, y la reunión con el resto de la banda en 2016.
Esa noche se largó una linda tormenta en Buenos Aires, lo que trajo algunas cosas a favor y otras en contra. Lo bueno es que le dio un toque especial al pogo, y hasta pudimos ver una versión de November Rain bajo la lluvia. La mala es que Axl no pudo correr de una punta a la otra del escenario como generalmente lo hace (en varios momentos se patinó, y pidió perdón al público por no estar corriendo tanto, por miedo a pegarse algun palo).
La puesta en escena fue bastante buena a comparación de la de 2010. Además de los usuales juegos de luces y pirotecnia, una hora antes del show se empezaron a inflar dos cabezotas gigantes y diabólicas a los costados del escenario, que luego terminaron tomando la forma del dictador Mao (en alusión a Chinese Democracy)
A diferencia de las visitas anteriores, ésta vez nadie tiró nada al escenario. Bah, al menos nada contundente. En un momento alguien le tiró una bandera celeste y blanca, la que Axl agarró, y usó para cubrir su cuerpo como una capa.
Esta vez Axl se puso la 10, y en vez de tocar sólo en Buenos Aires (como en sus visitas del 92, 93 y 2010), tocó también en Rosario y en Córdoba.
Algunos de los mejores momentos:? el cover de Riff Raff de AC/DC, y una de las canciones mas esperadas que el público hace décadas no escucha: Estranged (hay que reconocer que esta se la cantó impecable)