La banda de los hermanos Gallagher visitó la Argentina por primera vez para dar dos shows de casi dos horas en el Luna Park. En el marco de la gira de presentación de "Be Here Now", los británicos visitaron nuestro país luego de pasar por Estados Unidos, Hong Kong y Australia. Unas ochomil personas se hicieron presentes en cada una de las fechas. Además del dúo, la banda vino con Paul Arthurs en guitarra, Paul McGuigan en bajo y Alan White en batería y percusión.
Cuando las luces se apagaron en el Luna Park, empezó a sonar en los parlantes el tema "Rock N' Roll", de Led Zeppelin. No fue la única referencia de la noche al cuarteto británico: hubo un pedacito de "Whole Lotta Love" como outro de "Cigarretes & Alcohol".
El show fue muy rockero y el volumen de los parlantes estaba altísimo. Tanto que un periodista de Clarín luego catalogaría al show de "excelente" y al público de "sordo" -bromeando, claro-. Sin embargo, todo tenía que ver con la fuerza y la potencia con que los Oasis encararon el concierto.
La elección del lugar sorprendió a muchos por su tamaño reducido, pero lo cierto es que la productora buscaba un lugar cerrado para el evento y no había muchas otras opciones. De todas maneras pudieron hacerse dos fechas para poder recibir a las 16.000 personas que al final asistieron.
Afuera del estadio, por Bouchard, había un evangelista apostado que trataba de sumar adeptos con un cartel que decía "Vive por siempre en Cristo", jugando con el título de un tema de Oasis.
El entusiasmo en el público hizo que la respuesta a baladas como "Stand By Me" y "Don't Look Back in Anger" sea con saltos y empujones, en lugar de solo corear y recurrir a los tradicionales encendedores. El diario Clarín más tarde lo calificaría como "un nuevo género, el pogo de baladas".
La escenografía de la gira que incluía reloj y cabina telefónica no fue traída para los shows en Argentina.