Ya no era ver a Faith No More haciendo los mismos temas de siempre. Las dos visitas anteriores fueron un preludio para entender que la banda quería más y lo demostraron en el momento que tocaron "Matador" por primera vez ante el mundo en el Malvinas. Faith No More llegaba al país con un nuevo disco (Sol Invictus) después de 18 años un Luna Park agotado varias semanas antes del show.
La banda eligió otra vez salir de blanco, con arreglos florales por todos lados. Patton ya demuestra su edad con varias arrugas y canas. Ni hablar de Mike Bordin con su pelo largo más canoso que oscuro y un Roddy Buttom ya sin pelo. Más allá de esto, pareciera ser que Faith No More mejora con los años a nivel artístico. La banda suena mejor que hace 25 años, reinventados, modernizados y originalmente innovaores.
El tipo puede envejecer corporalmente pero la voz no le cambia. Se supera cada año y mete arreglos y gritos que para cualquier ser humano normal implicaría perder la voz y posiblemente una lesión grave en las cuerdas vocales. Para Patton es normal. Para cerrar el show, Patton mencionó a los integrantes de la banda y, aprovechándose del escaso español de sus compañeros de grupo, presentó a Gould como "ese puto del bajo", a Bordin como "el viejo pervertido que toca la batería" y a él mismo como a "Piñón Fijo". Hasta cantó Never Gonna Give You Up (el recordado hit de Rick Astley) en el medio de Midlife Crisis. Un personaje.
10 mil personas metió Faith No More en el Luna Park. Por momentos, parecía que había más gente de la que podía entrar al estadio. Pocas veces se vio tan lleno al Palacio del Deporte como en esta fecha. La gente agotó las entradas varias semanas antes del show por lo que se rumoreó que la banda agregaría una nueva fecha, cosa que finalmente no sucedió.