• Fue un show histórico por los mensajes políticos y por la virtuosidad de todos sus integrantes. Párrafo aparte merece Michael Stipe, un frontman carismático y emocional, que juega con el público casi al mismo tiempo que lo hace con la banda y el mismo. El tipo se divierte bailando de forma bizarra y arengando a la gente.
  • Quizá fue tedioso el hecho de tener que bancarse el mensaje politico constante de la banda respecto de Obama y por momentos, era molesto bajar la intensidad del show para ponerse a hablar de política.
  • Fue la última vez que REM vino al país. En 2011, la banda anunció mediante un comunicado, su separación definitiva.

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Curiosidades

Luego de abrir con una épica versión de "What's The Frequency Kenneth?", en las pantallas del escenario apareció en primerísimo plano, la foto de Barack Obama, quien una semana después del show, se convertiría en el presidente electo de los Estados Unidos. No olvidemos que cuando REM tocó en el país, lo hizo con George Bush Jr. como presidente de su país. La adhesión política que hubo por parte de la mayoría de los artistas norteamericanos hacia Barack Obama fue impresionante. Tanto como para colarlo en las pantallas en pleno show y hacer campaña (de ninguna manera oportunista por parte de REM, una banda activista desde sus comienzos) en un país lejano pero no ajeno a las políticas norteamericanas.

Luego de pedirle al público abiertamente que tire fuerza para que Obama gane la elección, llegaron "Man Sized Wreath" dedicada a Bush Jr. y el rescate de "Ignoreland", cuyo destinatario original, en Automatic For The People, era Bush Sr. Sin duda, todo un manifiesto por parte de la banda, como para que no queden dudas de su posición política.

La gran "Electrolite", y esa frase ("Hollywood is under me, I'm Martin Sheen, I'm Steve McQueen, I'm Jimmy Dean."). Las lágrimas de todo el predio en "Everybody Hurts", el pasito de baile del cantante contra la pantalla en "She Wants To Be Me" (hipnótico por momentos), la tremenda versión de "The One I Love" junto con el público, el piano bar para 40 mil personas en "Night Swiming" y "Let Me In", el megáfono en "Orange Crush". El final, claro, como la premonitoria "It's The End Of The World As We Know It (And I Feel Fine)". Y los inevitables bises: "Losing My Religion" y "Man on the Moon", cantadas hasta por los cocacoleros. Sensaciones y descripciones que saben a poco, para definir lo que fue la segunda presentación de R.E.M. en Buenos Aires

Michael Stipe prometió volver pronto. Una promesa que lamentablemente no se cumplió ya que la banda se separó en 2011, dejando de lado cualquier posibilidad de volver a pisar suelo argentino.

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