• Fue la vuelta de Faith No More al país luego de 14 años y 11 después de su separación.
  • La banda sonó increíble e inclusive más firme que en los 90's, adaptando temas a versiones más modernas y originales.
  • El público que asistió al festival, fue en su mayoría a ver a Faith No More. Eso se notó cuando empezó el show de los Hosen, los cuales tocaron para la mitad del público de la banda estadounidense
  • Mike Patton. Es un showman de la concha de la lora. Un show dentro del show mismo. El tipo se pasea, baila, genera risas, cara de asombro, grita como un desquiciado y a su vez enamora con susurros dignos de un galán italiano. Un genio.
  • Dada la importancia que tenía la vuelta de Faith No More, hubiera sido mucho mejor verlos en un show solos que en un festival. El setlist fue muy corto y la gente se quedó con ganas de más.

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Curiosidades

Faith No More es una banda que juega desde siempre con lo bizarro en gran parte, gracias a la mente brilllantemente desquiciada de Mike Patton. Una banda que nunca pudo se clasificada en un estilo en particular, volvió al país para presentar su reunión. Una reunión que generó muchísimas expectativas. Se pudo ver a varios canosos en el público con remeras del Monsters Of Rock '95. Faith No More tiene historia en el país. Fue una de las primeras bandas que bajó a Sudamérica (1991, en Obras) cuando recién nuestro continente empezaba a aparecer en el mapa de las bandas internacionales. Es por eso que en esta fecha, el predio del Club Ciudad estuvo repleto.

No hay muchos como él. Mejor dicho, no hay nadie como Mike Patton. El tipo es capaz de entonar melodías cautivadoras como lo hace en Evidence (en este caso, lo hizo en un español malísimo, innecesario y bizarro) o en Easy, el eterno hit radial que ASPEN SIGUE PONIENDO en la radio, y sin embargo, puede quebrar la mente del espectador usando su consola personal para usar efectos en una voz que, dado el gran talento y virtuosismo del tipo, a veces parece que en sí, es una consola natural de voz. Sonidos más graves y tenebrosos (gritos guturales para "Land Of Sunshine", "Caffeine") o esos alaridos agudos pero tamboén guturales ("Surprise! You´re Dead"), susurrar (como en "Last Cup of Sorrow") o rapear ("Epic"). Patton es un camaleón.

A pesar de la emoción de la vuelta, fue un show corto. Quizá mal organizada la grilla desde el punto de vista de la concurrencia. Mucha gente, luego de terminar el show se las tomó y todavía faltaban los Hosen. Es que la vuelta de Faith No More, más la virtuosidad de la banda estadounidense, ameritaba cerrar la fecha por sobre el amor incondicional de campino y su banda por el público argentino. Ni hablar de que hubiera sido mucho mejor un show propio en vez de un festival.

Cuántas veces vimos a los músicos con la casaca de la selección y pensamos "otro pelotudo que nos vende espejitos de colores"? Bueno, Patton pudo haber tenido un poquito de esa demagogia innecesaria y absurda (aunque también recurrente) que tienen los artistas populares cuando nos visitan. Pero, hay que decirlo también, dentro de toda la demagogia, Patton usó la Reebok de los 90's, lo que quiere decir que se la llevó de acá y la guardó, o algún fanático se la dio en algun momento. De cualquier forma, siempre son bienvenidos esos gestos por parte del público.

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