Pearl Jam volvio por cuarta vez. Esta vez con su último disco bajo el brazo. Llegaron nuevamente a La Plata, esa ciudad que fue testigo de uno de los shows más grandes de la historia de los recitales en Argentina 4 años antes. Presentaban Lightning Bolt, que si bien salió en 2013, fue unos meses después de su presentación en Costanera Sur. El disco no es de los mejores de Pearl Jam y se nota la clara influencia de la carrera solista de Vedder en el mismo. Esa falta de energía, típica de los discos de Pearl Jam, se transpoló al público. Fueron más los temas tranquilos y reflexivos que los propiamente más polenta. Si bien el show fue el más largo de todos los que la banda brindó en el país, se empezó a notar un natural agotamiento de las relaciones.
Pasaron tres visitas.... y siempre es uno de los momentos más esperados por lo que genera. El riff de Gossard coreado por todo el estadio y en los últimos shows, también por la banda. Vedder vino preparado esta vez. Hizo toda la estrofa cantando el "oooohhhhh ohhhhhhh" desarmando el tema y por momentos, más eufórico que prolijo. Un guiño constante del músico a la gente.
"Vi a una nena, tendría diez años. Estaba vestida de negro y me hizo acordar a mi hija. Agradezco a los padres por haberla traído. Me dio mucha ternura", manifestó Vedder y junto al público entonaron "Daughter".
La banda se sumó a la cruzada de #Niunamenos mostrando un cartel con la consigna contra la violencia de género y también rindió homenaje a John Lennon con "Imagine". Las pantallas de los celulares se prendieron pero, entre la modernidad de la era digital, también hubo encendedores que no pasaron desapercibidos. El público daba cuenta de una franja etaria que había sido influida por el grunge que comenzaron a cultivar estos cinco virtuosos de Seattle a principios de los 90.
Para continuar ganándose el ya consagrado amor de su gente, celebraron a Joey Ramone con una eufórica "I believe in miracles" y a Los Who con "Baba O'Riley", versión en la que Vedder comandó las panderetas al mejor estilo Daltrey, con las luces del estadio prendidas y el público extasiado.
