• El hecho de que toque ante generaciones que nacieron mucho después de que Led Zeppelin se separara, hizo que su música se conociera aún más.
  • El setlist fue espectacular, mucho más rockero que en 2012
  • Robert Plant estuvo muy cómodo, sonriente en todo momento y chicaneando al público ("están cansadous?", "sufienteiii?")
  • Duró lo justo y necesario para no aburrir al público que en su mayoría fue para ver a Jack White.

Curiosidades

Fue atípico. O no? Un artista de la talla de Robert Plant, en frente de muchas chicas adolescentes con coronas de flores. Acaso Zeppelin no tocaba para la misma gente en los 70's? Así es el Lollapalooza. Robert Plant salió a escena envuelto en esa imagen mística que supo construir a lo largo de los años, aplaudido y ovacionado por un público que no era del todo grande. El inicio del show de Plant, fue, sin dudas, lo mejor de todo el festival. Arrancar con Babe I'm Gonna Leave You, ante el público más quilombero del mundo, es avisar que la noche se venía con todo. Nada que ver al ambiente de los show del Luna Park 3 años atrás. Fue demoledor.

A diferencia de la vez anterior, en esta oportunidad sí le dio protagonismo a su carrera solista, aunque no dejó de lado los temas de Zeppelin. Más allá del momento étnico de la noche con Juldeh Camara tocando infinidad de instrumentos africanos, esta vez Plant eligió un setlist más rockero, quizá acorde al ambiente del festival. El público estuvo a la altura.

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