Foo Fighters

Estadio Único

precios
  • 600 pesos - Cabecera Sur
  • 800 pesos - Campo
  • 1000 pesos - Platea B Sur 2
  • 1000 pesos - Platea B Sur 1
  • 1000 pesos - Platea A Sur 33
  • 1000 pesos - Platea A Sur 34
  • 1380 pesos - Platea A Sur 32
  • 1380 pesos - Platea A Sur 31
  • 1380 pesos - Platea A Sur 30
  • 1380 pesos - Platea A Sur 29
  • 1380 pesos - Platea A Norte 28
  • 1380 pesos - Platea A Norte 27
  • 1380 pesos - Platea B Norte 9
  • 1380 pesos - Platea B Norte 8
  • 1380 pesos - Platea B Norte 7
  • 1380 pesos - Platea B Sur 6
  • 1380 pesos - Platea B Sur 5
  • 1380 pesos - Platea B Sur 4
  • 1380 pesos - Platea B Sur 3
  • 1380 pesos - Platea A Norte 25
  • 1380 pesos - Platea A Norte 26
  • 1380 pesos - Platea B Norte 10
Calificación

La entrada!

Entrada

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  • Fue la segunda visita en menos de tres años. La banda se mostró muy conforme con el público y el sonido fue mucho mejor que en el Quilmes Rock 2012.
  • No hubo campo vip, siendo el único lugar de la gira que no tuvo esta injusta imposición, lo que facilitó que miles de fanáticos puedan adquirir sus entradas al campo a un precio un poco más razonable.
  • Tocaron el setlist más largo de la gira sudamericana. Fueron 28 temas en 3 horas de show.
  • La gente estuvo bastante más calmada de lo que suele estar en un show de las característica de Foo Fighters. El campo estaba agotado y las plateas, varias, estaban vacías. Por momentos, estar adelante de todo fue un calvario para mucha gente.

Curiosidades

Además de Argentina, los Foo visitaron Chile, Brasil y Colombia. En todas sus presentaciones tuvieron campo VIP a precios descomunales (en Rio de Janeiro, la entrada estaba casi 3500 pesos argentinos) salvo acá. Los precios fueron mucho más razonables y los beneficios fueron más accesibles. Abundaron los 2x1 con distintas marcas y las cuotas sin interés. Aún así, el estadio no estuvo lleno.

Cuando la banda salió, previa convocatoria por redes sociales, los fanáticos recibieron a los Foo con globos porn todo el estadio. Fue parte de una movida que se dio en toda la gira a través de internet promovida por las fanpages de la banda. Sin duda fue un momento glorioso y sirvió para romper el hielo de la noche.

El público argentino es un público clásico. Difícilmente festeje nuevas obras a menos que sean muy reconocidas. El caso con Foo Fighters fue el mismo. Venían a presentar casi en exclusividad (arrancaron su gira mundial en Sudáfrica y luego Sudamérica antes que Europa y Estados Unidos) su octavo y último disco de estudio, Sonic Highways. Su anterior placa, Wasting Light fue, posiblemente, su disco más exitoso y cumbre de la carrera de la banda. La recepción no fue la misma. Se vio a un estadio muy apagado con los nuevos temas, en contraposición a los clásicos.

El show había llegado a su punto de inflexión. Luego de más de una hora y media de temas, Dave Grohl se calzó la acústica y se fue sólo al final de la (larguísima) pasarela. Una modesta versión de Skin and Bones con el simpático Rami Jaffee a su lado tocando el acordeón y Times Like These. La sorpresa fue grande. Los Foo trajeron un escenario escondido por el cual la banda emergió para terminar Times Like These y tocar 5 covers espectaculares.

Llegó el momento donde la banda se divierte con el público. Muchos fanáticos tuvieron la oportunidad de tener a toda la banda tocando casi en sus narices (el escenario B estaba en el medio de la pasarela) clásicos e influencias de todas las épocas. Sonaron Detroit Rock City de Kiss, Young Man Blues de Mose Allison (pero recordado por la gran versión de The Who), Miss You de The Rolling Stones (con Jonny Kaplan y Dave Krusen, primer baterista de Pearl Jam), Stiff Competition de Cheap Trick (con Dave Grohl en la batería) y Under Pressure de Queen.

Fueron 28 canciones. 3 horas exactas de duración (gente más joven que estos tipos se va a la hora de show... para pensar). El show, si bien fue contundente, no sirvió para forjar una relación discreta y correcta entre el público y la banda, como sí pasa con otros artistas. Quizá porque no fue acertada la elección de los estadios para que Foo Fighters toque en el país. Lo que sí podemos decir es que la banda se fue satisfecha y segura de que en Sudamérica tienen al público más fiel del mundo.

Un día después del show, mientras los Foo descansaban en el hotel, en Palermo se gestó un sideshow inconciente que tuvo como protagonista al tecladista Rami Jaffee y a los invitados del show, Dave Krusen y Jonny Kaplan. El último de estos, reconocido en Estados Unidos por sus contribuciones a la música country folk, además de intervenciones en bandas sonoras de series (Dr. House, por ejemplo), aprovechó la amistad con Rami y el productor argentino Paul Gallinato, para realizar un show en el Roxy con amigos. Estuvo Rami Jaffee, estuvo Dave Krusen (recordado por haber grabado TEN con Pearl Jam, nada más y nada menos) y obviamente, estuvo lleno de fanáticos de Foo Fighters, expectantes ante la posible presencia de los Foo en el bar. Desafortunadamente, no aparecieron. Se pudo saber que Dave Grohl y Taylor Hawkins iban a ser la sorpresa del show para tocar un par de temas (uno de The Beatles) pero por desinteligencias y problemas de comunicación no pudieron ir. Una lástima.

El martes 20 de enero, los Foo fueron invitados por el embajador estadounidense en Argentina, Noah Mammet, a una cena de gala en el prestigioso Palacio Bosch, la cual quedó registrada en imágenes subidas por miembros de la banda. La invitación se debió a que los Foo son embajadores culturales y cada vez que visitan un país, se entrevistan con diplomáticos y representantes de Estados Unidos.

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