Ésta fue la sexta visita de Motorhead, y posiblemente haya sido una de las peores de todas las que tuvieron lugar en nuestro país.
A último momento la organización cambio el estadio. Originalmente iba a ser en el estadio de Argentinos Juniors, y luego se terminó pasando a Hangar, en Liniers, donde entran sólo 2.000 personas. Las entradas subieron de precio (pasando de 30 a 40 pesos), pero aun asi se agotaron, y muchos de los que fueron a la puerta de Hangar para comprar, se tuvieron que quedar afuera.
Algunos de los presentes afirman que durante la prueba de sonido se lo podía ver a Lemmy con un tanque de oxígeno, hecho que anunciaba el desastre que vendría después.
Más allá de que Hangar le quedó chico a la banda por cuestiones de capacidad, también les quedó chico el escenario. Durante el inicio del show se podía notar a Phil y a Lemmy un tanto incómodos por lo apretados que estaban. Seamos honestos... a quién carajo se le ocurre mandar a Motorhead a un lugar asi?
La banda venía tocando alrededor de 50 minutos, y luego del solo de batería de Mikkey, Lemmy volvió al escenario, tocó 'Ace of Spades', y se retiró al escenario para no volver. Momentos mas tarde, el Ruso Verea sale por alta voz para anunciar al público: "Nos dijeron que el grupo no va a salir porque uno de sus miembros no está en condiciones físicas para seguir tocando".
Esa fue la chispa que desató el incendio que vendría después.
A partir del anuncio de que la banda no tocaría más, se desató el quilombo. El público empezo a tirar cosas al escenario, a forcejear con los de prevención, hasta que uno se animó y empezó a tironear de los cables. Eso bastó para que el resto se sume, y empezaran a chorearse los equipos de la banda. La baja mas grande? El doble bombo de Mikkey Dee, que nunca más se recuperó.
A los violentos no les alcanzó con chorearle los equipos a la banda, asique siguieron: rompieron la bandera de la banda que estaba sobre el escenario, intentaron armar una fogata con los panfletos del show, y hasta intentaron inundar el lugar con la manguera de incendios, que fue cerrada a tiempo. El quilombo siguio en la calle, donde algunos pibes que estaban en la bailanta de al lado (el Mágico Boliviano) también ligaron algunas trompadas.
Más tarde Lemmy dió una entrevista en donde explicó que por problemas de salud no pudo continuar el show, y si bien entendió por qué todo termino de esa manera, la situación no debería haber escalado tanto: "Todos cometemos errores. Pero no nos merecíamos eso".
