Ésta fue la primer visita de la banda a nuestro país, y había muchas expectativas en torno a la misma. Pero cuando se anunciaron los precios, todo cambió, ya que se reveló que iba a haber un Campo VIP con sillas, el cual a su vez estaría dividido en varios sectores más exclusivos. El evento incluso contó con un sector Vip Platinum que se vendió sólo telefónicamente, y con la compra de estas localidades se se incluía un 'cocktail de bienvenida' y un CD de regalo.
Ésto fue uno de los muchos factores que llevaron al caos que vendría luego.
Cuando se apagaron las luces, empezó a sonar la sinfónica de ‘O Fortuna’, y ahí se desató el caos. La gente de la popular empezó a invadir el Campo, y luego tiraron abajo las vallas del Campo VIP. La zona exclusiva donde hace momentos estaban todos sentados, de repente se convirtió en una masa llena de pogo, y acto seguido la banda salió al escenario para abrir con ‘Roadhouse Blues’.
Cuando la gente comenzó a invadir el Campo VIP, los que habían pagado esa ubicación corrieron horrorizados a refugiarse, y las sillas volaron por los aires. Éstas comenzaron a formar una pila enorme, que luego alguien decidió prender fuego y se convirtió en una gran fogata. Mientras sonaban los primeros acordes de 'Roadhouse Blues' se podía observar a varios jovenes y veteranos a la vez danzando alrededor del fuego, hasta que llegaron los bomberos de turno y apagaron la fogata.
Aquél Miércoles de Octubre se podía apreciar un eclipse de luna sobre el escenario. Como si no te alcanzara con ver a los Doots, los ves también con un eclipse lunar.
Ian Astubry ya venía con una larga historia de amor con Argentina (había venido en el 91, 95 y 2000 con The Cult) y supo anticipar lo que se venía. Astbury conoce la energía del público argentino, y supo estar a la altura, dando un show bien arriba de principio a fin.