Cuarta visita de Bob Dylan a nuestro país, por primera vez en un teatro y no en un estadio. Hizo cuatro fechas en plena calle Corrientes, todas con entradas agotadas (lo cual era predecible debido a la capacidad limitada del teatro -en 2008 unas 25.000 personas lo vieron en Vélez-). Fue en el marco del Never Ending Tour, la gira que duró 26 años y con la que Bob nos visitó en todas las oportunidades.
Para estos cuatro shows, Dylan prohibió la entrada de cualquier cámara fotográfica. Ni digitales, ni fotógrafos de prensa, ni nada. El tipo no quiso ningún registro ni nada que interrumpa la atmósfera íntima que seguro se generaría en estos cuatro shows. Hubo quienes pudieron salirse con la suya, claro está, pero de todos modos no hay demasiadas imágenes de estos conciertos.