Recordemos que el Personal Fest, de los festivales argentinos, siempre fue el más... "caretón" si se quiere. Traer a un tipo como Chris Cornell (con todo lo que el tipo representa en la historia de la música) era una apuesta osada para un festival que marcaba tendencias con artistas de una onda más glamorosa. Como era costumbre, el Personal Fest en la primera década del siglo, estaba atestado de chicas lindas y mucho glamour. Chris Cornell pasó de ser el líder de Soundgarden al "morocho lindo de Like a Stone". Suele pasar que como público periférico, los que se encargan de poner en radios y televisiones, la música mainstream, lo hagan sin contar su historia. Chris Cornell es uno de los fundadores del rock alternativo de Seattle (Grunge), un ícono del hard rock de los 90's y piedra fundamental del género que Nirvana hizo popular. Imagínense cuando el músico salió a escena pasadas las 10 y arrancó el show con Let Me Drown de Soundgarden. Hordas de chicas con antenitas de colores fluorsecentes escaparon de la masa para darle paso a los fanáticos (muchas remeras de Pearl Jam en Ferro).
Impensada. De culto. Soundgarden? era obvio. Audioslave? era obvio. Temas de su carrera solista, claramente. Cuando el violero Yogi Lonich arrancó con la melodía de Hunger Strike, himno cultural del grunge (de Temple Of The Dog, banda que formó Chris Cornell con todos los miembros de Pearl Jam para rendirle homenaje a Andrew Wood, cantante de Mother Love Bone fallecido por sobredosis en 1990, año en el cual salió el único disco de la banda) se empezaron a ver las lágrimas de los fanáticos y la cara de "no entiendo por qué la gente se pone así" de muchas chicas que esperaban con ansias "Like a Stone". No solo la emoción de ver a Cornell cantando el tema, sino además, ser parte de él. "Canten este tema conmigo porque mi amigo, quien canta en él, no vino hoy". El amigo que no estaba era Eddie Vedder, quien le puso voz a este y a otro tema del disco de Temple Of The Dog. La gente cantó la parte de Vedder a los gritos y Cornell aplaudió al público eufórico.
"Hace veinte años que quiero venir pero las bandas con las que estaba antes no querían viajar, no querían salir de gira, pero ahora que estoy por mi cuenta, con mis nuevos amigos, lo pude hacer". Cornell fue claro. Quizá con un poco de bronca (recordemos que Soundgarden había dejado de existir hace 10 años y recién se separaba de Audioslave), el músico delegó la culpa de no haber visitado Sudamérica antes en los miembros de sus bandas pasadas.
Fue tal la cantidad de pungas, que la noche anterior (en el show de Snoop Dog) apuñalaron a un flaco en medio de la presentación del rapero. Se pudo ver, de hecho, a muchos pungas tajeando mochilas y arrebatando celulares decenas de veces lo que provocó varios linchamientos por parte de algunos que lograban divisarlos entre la oscuridad de la noche. Una lástima.
