El Personal Fest es uno de esos festivales donde se ven las tendencias. Al menos eso pasaba hasta que llegó el Lollapalooza. Poner a cinco tipos con muchos años y demasiado rock encima, pero también convertidos por momentos en cinco viejas coquetas (recordemos que Tyler en esta época estaba como jurado en un programa de talentos... ponele!) en un festival donde lo "cool" y las tendencias son la premisa, parecía un combo letal para mostrar. Tyler salió a escena con esos estrafalarios vestuarios que él y su amigo Joe Perry usan, a tono con un festival que mucho muesta las modas contemporáneas.
Sabemos que muchos (muchísimos) músicos lo usan. El monitor que se usa generalmente en noticieros y discursos políticos (en el que el texto se ve en la misma pantalla que filma al emisario del mensaje), también es usado para que los cantantes puedan recordar letras al momento de interpretarlos. Casi como si de un karaoke se tratara, Tyler dispuso de tres teleprompters en el final de la pasarela que tenía el escenario. Si bien sabemos que el tipo es un profesional, cosas como estas, que se usan para la comodidad de un músico, llamaban la atención del público porque estaban demasiado a la vista de todos.
Un Steven Tyler decidido, consultó por la preferencia de "los viejos o los nuevos", opción resuelta unánimemente por la concurrencia, que prefirió recordar la primera etapa de la banda; en tanto, poco lugar quedó para el último disco “Music from Another Dimension” (2013), del que solo tocaron “Oh Yeah”.
Estaban Brad Whitford, en la segunda viola, y Joey Kramer, en batería, pero faltó el bajista Tom Hamilton, quien por problemas de salud no pudo venir y fue reemplazado por David Hull, eterno amigo de la banda y colaborador en varios trabajos, casi que un suplente obligado. Este muchacho tocó con casi todos los artistas grosos de la primera era del rock (Hendrix incluído...) un animal.
Ese piano imponente, brilloso, glamoroso, poderoso, todo blanco y de cola. El piano que lo siguió a Tyler por muchos años para tocar Dram On fue protagonista cuando salió desde abajo del escenario, para posicionarse en el final de la pasarela, coronado con Joe Perry subido al mismo y una musculosa, esteticamente HORRIBLE de la selección argentina con el nombre de Messi.
Al final del show, Tyler bajó hacia las vallas para darse besos en la boca con las chicas que se agolpaban para tocar al músico. Fue prolongado el momento ya que la banda se quedó mirando como el cantante daba vueltas por el público mientras zapaban casi como si estuvieran en un bar de blues.
