La primer presentación de St. Vincent en Argentina, en la gira del que seguramente fue su disco más premiado y aclamado. | Foto de portada: Pastizales Burning / Matías Casal
El manager y los técnicos de St. Vincent hacen su trabajo en el escenario disfrazados de conejos rosados. Porque sí. Los podías ver acomodando los instrumentos, o caminando de aquí para allá hablando por teléfono.
La artista había tenido un altercado en Chile la semana anterior, cuando se la acusó de haber roto unas valiosas obras de arte que adornaban su camarín en el Lollapalooza de ese país, y se la demoró impidiéndole viajar a Argentina. El susto, por suerte, duró poco, y Annie finalmente pudo trasladarse. Los cuadros, aparentemente, no los había roto ella.