La alineación que acompañó al cantante incluyó cuatro miembros de la Strange Sensation Band, el grupo que lo acompañó en su album de 2005, Mighty Rearranger. Los fundamentales Justin Adams y Skin Tyson en guitarras y el tecladista John Baggott, más el bajista Billy Fuller. Sólo ha cambiado el puesto de baterista, ahora ocupado por Dave Smith, y se agrega Juldeh Camara, que canta e interpreta unas versiones africanas - algo más primitivas - del violín y el banjo, llamados ritti y kologo, respectivamente. Todo esto confluye en un sonido hipnótico, envolvente, con la voz de Plant en excelente forma arropada por unos músicos que lo envuelven a la vez que lo sorprenden, con un nivel de ejecución altísimo, que privilegia la textura y el clima por sobre la distorsión o el despliegue virtuoso.
Si bien la mayoría de los concurrentes esperaba ansioso temas de Zeppelin, tocados en su versión original, el show de Plant y su banda en el Luna Park fue tan perfecto que consiguió hechizar a todo el mundo con un clima sublime. La psicodelia estaba presente en el mural que oficiaba de escenografía, con una imagen de un Robert joven envuelto en múltiples colores. La persona de carne y hueso, emergió sencillo, con una remera negra, jeans y botas, para dar una verdadera lección de música a través de 15 temas durante una hora y media de concierto.
Luego de Rock and Roll, en una versión muy destacable, un pelotudo se subió al escenario casi sin conciencia, corriendo contra Robert Plant, quien lo esquivó de tal forma que terminó cayéndose al piso. Sí, luego de un show que había llegado a un climax ideal, con Plant muy sonriente durante toda la presentación, el imbécil que se cagó en todo, se subió al escenario burlando la poca seguridad que había, para arruinar el ambiente. Desde ese momento, Robert Plant se fue con una cara de orto que daba miedo y la gente estalló contra el pibe que lo tumbó. La noticia dio la vuelta al mundo.