Nacido el 16 de septiembre de 1925 en Itta Bena, Mississippi, Riley King, creció en un ambiente de pobreza y segregación racial. El primer contacto de King con el mundo de la música tuvo lugar en la iglesia. El muchacho en seguida se convirtió en el primer corista de la congregación, y tras las ceremonias se ejercitaba con la guitarra. Aprendió tan deprisa que, siendo casi un adolescente, se fue a tocar con el grupo gospel The Famous St. John Gospel Singers de Indianola. Fue el primer paso de una carrera que lo llevaría a convertirse en un líder del blues. En 1946, tras romper un tractor y temer la enfurecida reacción de su patrón, se traslada a Memphis con una guitarra y dos dólares y medio en el bolsillo. Allí es acogido por su primo Bukka White, que le introduce definitivamente en el blues. A finales de los cuarenta y principios de los cincuenta desarrolló un estilo único: mezclaba el sonido rural del campo con la vitalidad eléctrica de la ciudad. En 1949 King realizó su debut discográfico para la compañía Bullet de Nashville. Los dos primeros singles no tenían nada especial. Sin embargo, ya se distinguía el estilo personal de B. B. King: su voz era clara, estridente, entonada como una trompeta, y su forma de tocar la guitarra, aunque todavía poco personal, poseía una técnica expresiva justa, en ese particular y nuevo estilo.